bilbao. La expectación fue máxima ayer en Bilbao para escuchar la charla impartida por Pierluigi Collina (Bolonia, 1960). En un abarrotado auditorio de la Torre Iberdrola, el que según José Antonio Mijares, presidente del Comité Vizcaino de Árbitros, es el "el mejor árbitro de la historia", desgranó con detalle, en una conferencia titulada El fútbol moderno necesita árbitros modernos, ¿cómo estar preparados? y celebrada con motivo del centenario de la Federación Vizcaina de Fútbol, todos los aspectos relacionados a las funciones que deben asumir los colegiados de hoy en día. Con la premisa inicial de que "el fútbol es muy conservador y apenas cambia", Collina analizó de manera minuciosa la evolución que han sufrido los colegiados a lo largo de la historia, desde el primer Mundial de fútbol -Uruguay 1930- hasta los tiempos de ahora. La charla, amena, y seguida de manera muy intensa por un buen puñado de jóvenes y no tan jóvenes árbitros vizcaínos -aunque cerca de 300 de ellos por problemas de aforo no pudieron acudir a la misma-, giró en torno a cinco grandes puntos sobre la labor de los trencillas en el mundo del fútbol: "Tomar decisiones, afrontar responsabilidades, producir resultados, saber cómo manejar una crisis y ser fuente de inspiración para otros".

Collina excusó la labor arbitral desde un principio al señalar que se trata de "un trabajo muy difícil que requiere de decisiones muy rápidas". Además, añadió que el dictamen del colegiado "muchas veces, especialmente en los partidos importantes", se realiza bajo "una presión muy fuerte". En la misma línea y de forma sincera admitió que "el fútbol hoy en día no es un deporte, es un negocio y hay un gran impacto económico", por lo que los árbitros deberían conocer "el impacto económico de sus decisiones". Como ejemplo, reprodujo un vídeo con lo acontecido en la final del play-off de ascenso a la Premier de la temporada pasada, cuando "con 150 millones de euros en juego", el colegiado pitó un penalti en el minuto 105, lo que permitió el ascenso del Crystal Palace, que venció al Watford.

Y para que esa toma de decisiones sea correcta explicó que "los árbitros deben de ser atletas, estar bien físicamente, al 100%", pero puntualizó que deben entrenar "para el partido, no para las pruebas físicas que deben superar". Además, según Pierluigi Collina, estos deberán "saber cómo juega cada equipo, las características de los jugadores o saber cómo actúan en las jugadas a balón parado", todo ello para facilitarse su propia labor. El que desde 2010 es el director de arbitraje de la UEFA, también dejó un lugar para la crítica al asegurar que "no se puede tolerar más" la "intimidación en masa al árbitro" y recordó que los colegiados "no pueden acertar siempre", por lo que matizó que "cuando eso ocurra, deben estar preparados".