Madrid. Argentina, una de las grandes aspirantes al título, tendrá una primera fase muy asequible, con Bosnia-Herzegovina, Irán y Nigeria como oponentes.

El barcelonista Leo Messi y compañía parten como claros y absolutos favoritos no solo en la liguilla sino en el cruce de octavos (ante uno de los dos primeros del grupo de Suiza, Ecuador, Francia y Honduras).

Los nigerianos se presentarán en el Mundial renacidos porque, tras 19 años de sequía, lograron en febrero en Johannesburgo su tercera Copa de África y creen haber aprendido la lección en la última Copa de las Confederaciones, donde tuvieron una pobre actuación.

Por su parte, Irán disputará por cuarta vez un Mundial, al que vuelve tras ocho años, esta vez con un conjunto de futbolistas que juegan en equipos del país y que lidera el entrenador portugués Carlos Queiroz. Los Leones de Persia llegarán a Brasil tras haber logrado, por primera vez desde 2005, ser los primeros asiáticos en el ranking.

Bosnia es la única debutante del Mundial. Un equipo joven y con talento, con el delantero Edin Dzeko, del Manchester City, y el centrocampista Miralem Pjanic, del Roma, como figuras.