Bilbao. El Athletic, con aspiraciones de entrar en puestos de Liga de Campeones, y un estadio de San Mamés donde el equipo rojiblanco no conoce la derrota, pondrá a prueba la capacidad de reacción del líder Barcelona tras encajar la primera derrota de la era Martino el pasado miércoles en Amsterdam. El Barcelona tiene en su primera visita al nuevo San Mamés una empresa harto complicada: obtener un resultado que le sirva como bálsamo para cerrar una vía de agua que ha generado mucha controversia en el entorno tras perder contra el Ajax.

Este gran clásico se presenta con muchos alicientes para el conjunto de Ernesto Valverde, que después del empate del Villarreal frente al Málaga puede acabar la jornada en cuarta posición si doblega a un rival hasta ahora prácticamente inexpugnable.

La posibilidad de mantenerse invicto en su nueva casa, aunque menor, también servirá de motivación extra para este Athletic que ha hecho de la perseverancia su mejor arma y es que en sólo catorce jornadas ha remontado seis marcadores adversos, cuatro de ellos dándole totalmente la vuelta a la ventaja de su rival.

El equipo del Tata Martino afronta el choque como un examen, más aún tras ganar el Atlético, pues se espera de él que deje como anécdota la primera parte del encuentro contra el Ajax, donde los jóvenes ajacied pasaron por encima del todopoderoso conjunto azulgrana, completamente desdibujado, especialmente en la primera parte.