Pamplona. Si la elección de material previa a la semifinal del Cuatro y Medio de la LEP.M que mañana disputan en Pamplona Aimar Olaizola y Ekaitz Saralegi discurrió el miércoles sin aparentes problemas, la polémica salpicó ayer la cita con el cestaño de Oinatz Bengoetxea y Juan Martínez de Irujo, protagonistas el domingo en Eibar de la pelea por la otra plaza en la final de la jaula. El leitzarra se quejó amargamente de no encontrar el material que había tenido en compromisos anteriores y puso en duda la gravedad de la lesión de Juan Martínez de Irujo, que insistió una vez más en que todavía le duele el dedo índice de su mano derecha, del que se fisuró la última falange hace ya cinco semanas.

Mientras que Irujo se limitó a deslizar que una pelota tenía "el cosido un poco abierto" y remitió a todos al postpartido para analizar el material, Bengoetxea VI se mostró mucho más explícito (y cabreado) sobre los cueros que encontró ayer en el cestaño del Astelena de Eibar. "En los tres partidos de la liguilla de cuartos de final he tenido material de mi gusto, pero hoy, no sé porqué, no lo he tenido. La verdad es que estoy bastante a disgusto". Así de molestó se mostró el delantero de Leitza, que explicó que las pelotas de Irujo "salen más de frontis, tienen bastante más bote que las mías y menos toque del que tienen las que me gustan a mí". Resultaron elocuentes las quejas del leitzarra, que repitió que encontrarse "bastante a disgusto". Y es que la idea de Oinatz era "tener a Juan en los primeros cuadros y, si no le voy a tener ahí adelante, de más atrás él tiene mucho más poder que yo y las cosas cambian totalmente", circunstancia por la que ve el partido "un poco más duro que antes".

El dedo índice de Irujo Oinatz Bengoetxea habló del material, pero su discursó también versó sobre la lesión de su rival, Irujo, que sufrió una fisura en el dedo índice de su mano derecha hace cinco semanas. "No creo que Juan tenga el dedo mal. Creo que tiene el dedo en perfectas condiciones para jugar un partido como éste. Creo que está al 100%". Y razonó su ataque aludiendo a experiencias propias. "Yo he tenido el dedo roto muchas veces y sé lo que es: una vez que calientas ni te acuerdas del dedo", concluyó el leitzarra, que desveló que se encuentra muy recuperado de los problemas que sufrió en la mano izquierda que le obligaron a solicitar un aplazamiento de la semifinal que finalmente disputará el domingo contra el delantero de Ibero.

Sin embargo, Irujo insistió en que continúa con molestias en el dedo. "Antes golpeaba con la palma y notaba la vibración en el dedo; ahora, cuando le doy con el dedo, veo las estrellas. La fractura todavía no está sellada, explicó. No obstante, el delantero de Ibero matizó que se encuentra bastante mejor que antes de los partidos de la liguilla, en los que admitió no jugar en plenas condiciones. "El entrenamiento que hice el martes me vino bien, sobre todo moralmente. El dedo me molestó menos que otros días". Irujo añadió que, pase lo que pase, no empleará su dolencia como excusa, pero no desveló si jugará con o sin férula -"el capuchón me molesta", señaló-, aunque sí descartó la opción de infiltrarse: "No me gusta y no tengo mucha confianza en eso".

"Un partido cañero" En lo que sí coincidieron los protagonistas de la segunda semifinal de la jaula es en que el duelo de domingo en Eibar será a tumba abierta, a tumba abierta, con mucho juego de aire y una enorme cantidad de remates. "Un partido cañero", como dijo Oinatz.