valencia. "Quizás Márquez pueda sentir mucha más presión que nosotros", reza la oposición, Jorge Lorenzo, a quien le avalan cuatro títulos mundiales (dos en 250c.c. y dos en MotoGP). Él, desde lo más profundo de su sentir, no tiene por qué tenerla. Al fin y al cabo, se encontró con la descalificación de Marc Márquez en Australia y esto le ha dado tanta vida de aspirante al título de MotoGP como su envidiable pundonor. El mallorquín no es que esté aquí de regalo, pero sí siente que ha batallado en inferioridad de condiciones mecánicas durante el curso -y, por qué no decirlo, vive resignado e ironizando por la permisividad de Dirección de Carrera con Márquez-. De ahí que aterrizar en el Gran Premio de la Comunitat Valenciana, el postre del Mundial, 13 puntos por debajo de la línea de flotación del líder Márquez no le sea tan pesadumbroso. Al fin y al cabo, posee opciones de campeón y esto es gasolina; Giorgio es de los de desfallecer con la botas ceñidas.

En el garaje de la calma y la prudencia reside el supersónico líder Márquez (dos coronas en su haber, una de 125c.c. y otra de Moto2), que apela a mantener los mismos argumentos que a lo largo del curso, a vivir abstraído de la magnitud de la decisiva cita, de su insospechable actualidad, desde el prisma de la inconsciencia, para tratar de coronarse campeón más joven de la historia de la categoría reina con 20 años y 267 días -edad con la que correrá el domingo-. Siendo efectiva su voluntad, el debutante desbancaría a Fast Freddie Spencer y los 21 años y 258 días con los que se proclamó campeón de 500c.c. en 1983, en su segundo año en la cumbre del motociclismo. Citar que Márquez se atiene a esta posibilidad de precocidad merced a la derogación este año de la ley que impedía a los rookies correr en su primer año en la máxima cilindrada en un equipo de fábrica. Esto confirma que a su paso también se ha reescrito el reglamento.

Terminar entre los cuatro primeros en Cheste es la frontera de Márquez en un año de debut en el que ha sufrido dos ceros en las diecisiete carreras disputadas, siendo una de ellas por motivo de descalificación; el resto de pruebas se ha subido al podio, por lo que su regularidad es una evidencia; cada carrera terminada le ha dejado ha alzado al cajón, de ahí que Lorenzo busque añadir el ingrediente de la presión para hacer arder al contexto de Valencia.

Teniendo en cuenta que clasificando entre los cuatro primeros SuperMárquez sería campeón, sus probabilidades son extensas. Si bien, cabe citar que los pilotos que, por regularidad a lo largo de la temporada, podrían perfilarse como entrometidos para colarse en el camino de Márquez y una de esas cuatro posiciones son miembros de Yamaha. Omitiendo a Lorenzo y Pedrosa, a quienes Márquez podría dar rienda suelta en Cheste, son Rossi y Crutchlow, pudiendo encajar aquí también a Bautista, si bien, este rueda con Honda, y cabe pensar que la marca japonesa estaría dispuesta a todo lo permitido para alzarse campeona. No obstante, Rossi y Crutchlow se erigen como trabas para Márquez en caso de que este busque especular, que no es lo que anticipa antes de rodar en el circuito Ricardo Tormo.

En caso de que Márquez no se cayera o sufriera algún incidente mecánico -es el claro ardiendo de Lorenzo-, debería ser quinto y Lorenzo ganar para que el mallorquín se proclamara. Si bien, apelando a los datos de la campaña, la ocasión en la que el quinto piloto se ha clasificado más cerca de Márquez fue en Laguna Seca, cuando Pedrosa quedó a 9 segundos de un debutante que terminaba vencedor. Y es que estas diferencias se han llegado a ampliar a lo largo del año hasta los 30 segundos, en Catalunya, entre un Márquez tercero y un Bradl que fue quinto. De modo que la opción de que Márquez sea quinto o más retrasado es remota a tenor de la estadística.

lorenzo mira al pasado El antecedente histórico, sin embargo, no reza en favor de Márquez. Hasta en quince ocasiones se ha llegado a la última prueba sin un Mundial decidido, pero la última ocasión fue en 2006, cuando Rossi, líder por entonces, llegaba a Cheste con 8 puntos de renta sobre Hayden; el italiano terminó cayéndose y la corona fue para el estadounidense, que concluyó tercero. Es la prueba de que no hay nada sentenciado. Si bien, Márquez lo ve más nítido y sabe que su debate no es solo con Lorenzo, sino con la vasta memoria del motociclismo.