bilbao. Irrumpió Juan Martínez de Irujo ayer al frontón Bizkaia con dudas, derivadas todas ellas de su índice de la mano derecha. "Tengo una pequeña fisura", reveló el delantero de Ibero. Fue en el frontón Baztan de Elizondo en el estelar del viernes cuando, tras un golpe, Irujo vio cómo su preparación para aterrizar en los cuartos de final del Cuatro y Medio quedaba ligeramente aparcada. Y hasta ayer no volvió a tocar pelota. No forzó demasiado en la elección de material del duelo ante Aimar Olaizola del sábado, pero después trató probarse en un entrenamiento en la cancha bilbaina junto a Jon Jaunarena, su compañero de fatigas ayer junto a Jokin Etxaniz una vez seleccionado las pelotas correspondientes para el encuentro.

"Las sensaciones han sido malas", afirmó el delantero de Ibero sobre su prueba junto al delantero de Lei-tza. De hecho, Juan pidió aplazar el partido, pero la Liga de Empresas valoró no concedérselo. "No estoy bien, no le doy a gusto, le doy con miedo y la pelota no me entra bien en la derecha", confirmó el delantero de Ibero, quien especifica hoy decidirá qué hacer con respecto al partido, que si juega lo hará con el dedo mal. "Quiero que la gente sepa cómo voy a llegar al partido si juego. Las sensaciones en el Bizkaia no han sido buenas y quizás he probado demasiado", dice Juan, quien no quiere llegar a la semana siguiente con un 22-0 en su casillero, ya que tal cifra le dejaría sin casi opciones de alcanzar las semifinales. Parece ser que para el iberoarra no hay aplazamientos, según la Liga de Empresas, aunque la razón sea una fisura en el dedo índice de su diestra. "Las semanas anteriores sí que había preparado a gusto el Cuatro y Medio, pero esta última semana no he podido entrenar todo lo que hubiera querido, me hubiera gustado afinar más", declaró el manista de Ibero después de seleccionar pelotas.

Por otro lado, Aimar Olaizola alcanza la liguilla con sensaciones parecidas. Desde que se lesionó en Bermeo apenas ha tenido dos semanas para ponerse a tono. "Físicamente estoy bien, porque he entrenado igual; pero aunque no tengo molestias no tengo confianza como antes", analizó el goizuetarra, que reiteró que "no siento la presión de tener que ganar. Estoy contento con lo que he hecho ya". De todos modos, con el duelo en el aire por el estado de Juan, las pelotas del de Ibero fueron de 104,9 y 104,1 gramos; mientras que las del de Asegarce pesaron 105,7 y 104,6.