BARCELONA Víctor Valdés; Alves, Piqué, Mascherano, Adriano; Busquets, Xavi, Iniesta (Song, m.77), Cesc (Alexis, m.70), Messi y Neymar (Pedro, m.84).
REAL MADRID Diego López; Carvajal, Pepe, Varane, Marcelo; Khedira, Sergio Ramos (Illaramendi. m.56), Modric; Di Maria (Jesé, m.76), Cristiano Ronaldo y Bale (Benzema, m.61).
Goles 1-0 m.19: Neymar. 2-0 m.78: Alexis. 2-1 m. 91: Jesé.
Árbitro Undiano Mallenco (Navarra). Mostró cartulina amarilla a Busquets (m.7), Sergio Ramos (m.14), Adriano (m.35), Bale (m.45), Khedira (m.59), Marcelo (m.64) y Cristiano Ronaldo (m.80).
Estadio Camp Nou. 98.761 espectadores.
Barcelona. El Barça ganó el primer clásico de la temporada al tener más acierto que el eterno rival de cara a portería en un partido extraño, en que cedió el balón voluntariamente y casi cayó en su propia trampa al hacer que los blancos fueran mejores en la segunda parte. Pero un golazo de Alexis Sánchez colocó a su equipo 6 puntos arriba en la tabla e hizo inútil el gol final de Jesé.
Los blaugrana consiguieron llevarse el gato al agua, ser más líderes al final del encuentro y corearon a un Alexis que confirmó su progresión y aumento de confianza con un gol de vaselina ante Varane y Diego López que acabó con la emoción de un partido que tenía al Madrid presionando arriba, con ocasiones para el empate, pero que se vino abajo tras esta acción.
Al Barça le costó tomar el control del partido tras regalarlo en la primera parte y sufrirlo, eso sí, únicamente en la segunda. El gol del chileno le vino como agua caída del cielo, pues hizo olvidar el tiro al larguero de Benzema, un penalti reclamado por Cristiano Ronaldo que parecía claro y que dio más valor todavía a dos acciones de un Valdés que sigue provocando que ya se le eche en falta cuando aún es blaugrana.
El gol de Jesé ya en el descuento fue de justicia, pues los blancos merecieron más. No obstante, un Neymar que fue el mejor -también destacaron Messi y Alves-, tuvo ocasiones para hacer más holgado el resultado.
Y es que el 0-0 inicial lo borró del mapa Neymar en el minuto 18, culminando una buena acción de un Iniesta que, quizá por ser el escenario, jugó su mejor partido de la temporada con mucha presencia sobre todo en la primera mitad. En esta ocasión, el brasileño quiso sumarse al carro de los buenos primeros clásicos que hicieron sus compatriotas Romario, Rivaldo o Ronaldinho y no solo abrió la lata sino que fue el más eléctrico y peligroso de los catalanes.
Era de esperar que el FC Barcelona tuviera el balón y que el Real Madrid intentara salir y matar a la contra, donde realmente es mortal y más con el tridente que dispuso Ancelotti en su debut: Di María, Ronaldo y Bale. No obstante, pese al 70% de posesión blaugrana en muchos momentos, Martino hizo el primer movimiento al dar el esférico al rival.
El Madrid, que no venía a jugar con iniciativa, sino a esperar y golpear, no supo qué hacer con el balón. Tuvo posesiones largas, pero lejos del área de un Valdés que no se inquietó ni con dos disparos lejanos y a las nubes de Gareth Bale y solo tuvo que estar fino, y lo hizo, al borde del descanso en un centro de Ronaldo que remató Khedira.
No obstante, en la segunda parte, esta medida del Barça se tornó en su contra ya que el Madrid, se creció y entendió la manera de llegar a Valdés. Los blaugranas dieron la sensación de que ya no querían ese guión e, incómodos, empezaron a sufrir las acometidas de un conjunto blanco refrescado con Benzema, que envió un obús al larguero al poco de entrar que era el empate.
El Madrid intentó morder más, Neymar tuvo el 2-0 en sus botas pero Diego López estuvo muy atento y acertado. Messi también tuvo una acción para ampliar el marcador pero inexplicablemente en él falló ante el guardameta blanco tras una galopada de medio campo, eso sí, presionado por un rapidísimo Pepe. Así las cosas, el conjunto madridista necesitaba frescura, cambiar las cosas, y el primer paso que hizo tomar Carletto fue cambiar al amonestado Ramos por Illarramendi.
Así, se vio un partido inesperado, sin muchas ocasiones de gol ni sensación de peligro, pero con tensión. No hubo acciones sucias, el clima estuvo tranquilo, y ya en la segunda parte subió el nivel de fútbol.