Vitoria. Los fichajes estratégicos han dejado de ser una propiedad exclusiva del millonario mundo del fútbol, del Real Madrid y de Florentino Pérez. En el baloncesto, también hay margen para concretar operaciones que tienen mucho más que ver con la mercadotecnia que con la vertiente meramente deportiva. Hoy en día, ya es incluso más importante generar dinero con la venta de camisetas en un continente opulento que saber introducir el balón por un aro. En caso contrario, no se explica el pasado verano el desembarco de Shang Ping, un desconocido alero chino, en uno de los grandes colosos del Viejo Continente. El Panathinaikos, segundo rival del Baskonia en la primera fase de la Euroliga mañana en Nicosia (Chipre), ha hecho hueco en su plantilla a una pieza que, salvo sorpresa, no marcará las diferencias ni le ayudará a plantarse en 2014 en la Final a Cuatro de Milán. Es posible incluso que ante la famélica tropa de Scariolo, tal y como sucedió en la visita de la pasada semana a Vilnius (Lituania), ni siquiera forme parte de la convocatoria del técnico Argiris Pedoulakis en beneficio de otras vacas sagradas dotadas de más calidad y experiencia.
Otra cosa distinta será evaluar el impacto económico de su aterrizaje en el OAKA. A la hora de recaudar unos suculentos ingresos económicos en una época de penurias, será altamente probable que el Panathinaikos haya redondeado una jugada maestra. Desde que puso sus ojos en un anónimo baloncestista de su país que no ha tomado parte jamás en ningún Mundial ni menos en unos Juegos Olímpicos y le firmó un contrato para las tres próximas temporadas, su trayectoria tanto en el torneo doméstico como en la Euroliga tiene una lógica repercusión mediática en el gigante asiático. De hecho, Shang Ping es el primer chino que recala en un conjunto continental y tomará parte en la máxima competición de clubes. Motivo suficiente para que una gigantesca nación de más de 1.300 millones de habitantes quiera seguir con curiosidad sus pasos.
El movimiento emprendido por el presidente Dimitris Giannakopoulos no ha sido fruto del azar, sino la consecuencia directa de una estrategia inteligente por parte de su departamento de marketing de la que se espera obtener jugosos beneficios a corto plazo. La primera prueba de ello es que el Panathinaikos realizó parte de su pretemporada en China tras el acuerdo alcanzado en mayo con una empresa de marketing ubicada en Shanghai para el desarrollo comercial de la marca del equipo. La entrada de capital procedente del coloso oriental en Grecia para intentar aliviar sus problemas de tesorería fue la génesis que desencadenó la contratación más sorprendente acometida por el adversario alavés en mucho tiempo. De 2,05 metros de altura y 28 años, Shang Ping carece de recorrido en el baloncesto internacional. A diferencia de otros jugadores de su misma nacionalidad que terminaron en la NBA, él no pasó de ser uno más de los muchísimos que hicieron sus pinitos en el baloncesto universitario estadounidense. De ahí dio el salto a la CBA china, donde ha militado en conjuntos como el Quingdao, el Shanxi o el Beijing Ducks.
Una vieja aspiración La galopante crisis que azota al país heleno ha provocado la búsqueda de recursos fuera de sus fronteras, habiéndose convertido China en una de las potencias salvadoras. Cuando su primera inversión tuvo lugar en el puerto de Atenas, a la secretaría técnica del Panathinaikos se le encomendó la tarea de contratar un jugador procedente de ese país que sería el primero en vivir una experiencia novedosa. Según los datos manejados por la Euroliga, la pasada Final Four celebrada en Londres alcanzó los 8 millones de espectadores en el continente asiático.
Antes de que cristalizaran las negociaciones por Shang Ping, al que le ha incluido una cláusula para rescindir el contrato en junio de 2014 si su rendimiento no es del agrado de los técnicos, el conjunto del trébol ya trató en su día de reclutar hacia el OAKA a algún internacional chino. Yi Jianlian, uno de los rostros más conocidos tras el incomparable Yao Ming y con pasado en los Bucks, los Nets y los Wizards, estuvo en el radar verde. Con anterioridad, también fueron sondeados otras piezas más modestas como Guo Ailun, Sun Yue y DeJuan Han, aunque finalmente ninguno terminó vistiendo la elástica griega.
La hinchada del Panathinaikos asistió el pasado lunes al estreno oficial de Shang Ping. Éste tuvo lugar en la aplastante victoria (74-35) ante el Panelefsiniakos. Su exótica adquisición apenas disputó cinco minutos, en los que anotó cuatro puntos con un pleno en lanzamientos dobles. En cualquier caso, los promedios de 0,7 puntos y 1,4 rebotes en su última etapa en la CBA china dejan bien a las claras la dudosa calidad de este alero apodado The Beast.