Vitoria. Cruzar la línea de meta de una prueba tan exigente como el Ironman de Hawai ya es de por sí todo un éxito, pero el sabor de boca que se queda cuando uno parte con la condición de favorito no siempre es el mejor. En ese amplio grupo de aspirantes a proclamarse campeón del mundo de la especialidad más exigente del maratón se encontraba Eneko Llanos, pero el vitoriano no tuvo un día especialmente afortunado sobre la bicicleta y la carrera no discurrió como la había planeado previamente en su mente. Y, pese a ello, concluyó la mítica prueba en una meritoria undécima posición que le sirve para desterrar las malas sensaciones que le dejaron sus dos últimos abandonos en las ediciones de 2011 y 2012 y que le llevarán a regresar a Kona dentro de un año de nuevo con el objetivo de proclamarse como el mejor triatleta del mundo en la dura disciplina del Ironman. En la prueba celebrada este sábado, el alavés precisó de 8 horas 32 minutos y 4 segundos para completar las disciplinas de natación, ciclismo y carrera a pie.
Desde el principio de la prueba, Eneko Llanos se situó al lado de los favoritos en la natación y salió del agua entre los primeros clasificados tras cumplimentar los 3,8 kilómetros a nado al firmar un tiempo de 51 minutos y 28 segundos. Tras ese complicado tramo inicial en el que cedió 37 segundos, le llegaba al vitoriano el momento de afrontar la especialidad que mejor se le da de las tres que componen el triatlón, la marcha en bicicleta. Pero en los 180 kilómetros por las carreteras hawaianas el ritmo de los primeros del grupo fue demoledor y poco a poco el alavés fue cediendo metros y completó el sector en 4 horas 34 minutos y 44 segundos, a más de trece minutos de los primeros y a nueve del que acabaría siendo el ganador merced a su sensacional maratón, el belga Frederik Van Lierde.
Tras haber perdido casi todas sus opciones de acabar en los puestos cabeceros, Eneko Llanos sufrió un episodio de flato en el maratón, aunque esa dolencia no le impidió firmar un undécimo puesto final -la carrera a pie la cerró en 3 horas 1 minuto y 49 segundos- que al menos le sirve para resarcirse de sus dos últimos abandonos, ya que en esta ocasión alcanzó la línea de meta todavía con fuerzas.
Tras el belga Van Lierde, el segundo en la meta de Kona fue Luke McKenzie, mientras que el podio lo cerró Sebastian Kienle. Sexto, tras una exhibición en el maratón, fue Iván Raña. En mujeres, la victoria fue para Miranda Carfrae.