madrid. El español Fernando Alonso (Ferrari) tendrá que esperar un milagro deportivo para evitar el cuarto doblete seguido del alemán Sebastian Vettel y de su equipo, Red Bull, en un Mundial que se reanuda este fin de semana con el Gran Premio de Corea. Vettel festejó hace dos domingos, en Singapur, la séptima victoria de la temporada y, a falta de seis carreras para la conclusión del certamen, lidera con 247 puntos, sesenta más que Alonso. Al que superó en la lista histórica de triunfos, en la que el campeón de Heppenheim es ahora cuarto y suma 33, uno más que el asturiano. La lograda en la prueba nocturna disputada en el circuito urbano de Marina Bay fue la tercera victoria consecutiva de Vettel, después de las que logró en Spa-Francorchamps (Bélgica) y en Monza (Italia). Tres carreras en las que Alonso firmó remontadas que lo llevaron a lo más alto posible en estos momentos: el segundo puesto.

El fino pilotaje del germano, pero sobre todo la excepcional nave diseñada por Adrian Newey, el ingeniero estrella de la Fórmula 1, parecen haber convertido en imbatible al dúo Vettel-Red Bull. La escudería austriaca también lidera con holgura el Mundial de constructores, en el que suma 377 puntos, 103 más que Ferrari, cuyo jefe de equipo, el italiano Stefano Domenicali, anunció después del Gran Premio de Singapur que el equipo comenzaría a centrarse "en un 99 por ciento" en el coche de 2014.

Corea albergará en el circuito de Yeongam el primero de los tres programas dobles (pruebas disputadas en domingos consecutivos) que cerrarán el Mundial, ya que al siguiente fin de semana se acelerará en Suzuka (Japón).

El último fin de semana de octubre y el primero de noviembre se correrán los Grandes Premios de India (en Nueva Delhi) y Abu Dhabi (Yas Marina); y el 17 de noviembre el de Estados Unidos, en Austin (Texas), una semana antes del cierre en el circuito de Interlagos (Sao Paulo), que albergará el Gran Premio de Brasil.

Por lo tanto, sobre el papel, sólo quedaría saber lugar y fecha en la que Vettel y la escudería austríaca de Dietrich Mateschitz, dirigida por el inglés Christian Horner y gobernada por otro austriaco, Helmut Marko, festejará, merced a la capacidad creativa del genial Newey, su cuarto año de gloria.

En el mejor de los casos desde su propio punto de vista, Red Bull ya podría iniciar celebraciones en Japón. Matemáticamente, sin embargo, nada está aún decidido. Y Alonso no piensa en arrojar la toalla. De mano, el doble campeón del mundo asturiano deberá intentar repetir su triunfo de 2010, en el lluvioso estreno de este Gran Premio, en el que se impuso las dos últimas temporadas Vettel: el año pasado, por delante de su compañero Mark Webber y del propio Alonso.