vitoria. Partía como una incógnita, como un equipo habituado a desinflarse cuando llegan los momentos de la verdad, y sin embargo se presenta en los cruces como la principal candidata al oro. Eslovenia está de moda. En Eslovenia y en el resto del universo baloncestístico. El eléctrico combinado anfitrión ha enganchado a su hinchada con un baloncesto enérgico, bravo, generoso, que lo ha llevado a las puertas de unas semifinales de las que le separa Francia, un escollo difícil de superar. El combinado comandado por los hermanos Dragic y Nachbar, cuya mejor clasificación en un Eurobasket fue el cuarto puesto (2009), ha ofrecido demasiadas muestras de capacidad durante el torneo para que se tengan muy en cuenta sus opciones ante otro teórico aspirante.

Francia se enfrentará esta noche (21.00 horas/Energy) a los más de 10.000 animosos aficionados que llenarán hasta la bandera el pabellón de Liubliana. El equipo galo, en el que Thomas Heurtel parece haber desaparecido de las rotaciones, dispone de talento y músculo casi a partes iguales. Tony Parker, Nando de Colo y Nico Batum tendrán que poner la cabeza y la habilidad para huir de la guerra de guerrillas que Eslovenia planteará en el fango y en la que ya han naufragado otros.

El problema para los galos es que Eslovenia ha crecido mucho. Jugadores en principio secundarios como Domen Lorbek, Joksimovic, Vidmar o Balazic han emergido gracias a la excelente gestión de grupo de otro viejo zorro, el antiguo técnico baskonista Boza Maljkovic.