monza. El alemán Sebastian Vettel prolongó ayer su tiranía y la de Red Bull al firmar la pole número 50 en Fórmula Uno para su equipo, la cuadragésima persona, en Monza, circuito donde hoy se disputará el Gran Premio de Italia, en el que el español Fernando Alonso (Ferrari) saldrá quinto.
Vettel, que ya había sido el más rápido el viernes, lideró todas las tablas de tiempos y, tras ser el primero en el tercer y último ensayo (en el que Alonso fue segundo) y después de marcar los mejores cronos en las dos primeras series de la calificación -la Q1 y la Q2-, acabó firmando la pole y arrancará junto a su compañero australiano Mark Webber desde la primera fila de la duodécima carrera del año.
El pequeño Kaiser, triple campeón mundial y líder del certamen, con 197 puntos -46 más que Alonso-, cubrió los 5.793 metros del circuito italiano en un minuto, 23 segundos y 755 milésimas, 213 menos que Webber, que aporta once poles a la historia de Red Bull. Las otras 39 son de Vettel, que el año pasado se convirtió -con 25 años- en el tricampeón más joven de la historia y que ayer firmó su cuadragésima pole en el escenario de la primera, que consiguió en 2008 para Toro Rosso: la víspera de su primer triunfo, cuando con sólo 21 se convirtió en el piloto más joven de la historia en ganar una carrera de F1.
Ayer, el alemán, 26 desde el pasado mes y que hace dos semanas firmó su quinto triunfo del año al vencer en Spa-Francorchamps, siguió sacando brillo a su impresionante palmarés. Del que debe mucho al inglés Adrian Newey, diseñador estrella de la F1. Pero del que no se le pueden restar méritos propios.
La pole número 40 fortalece su tercer mejor marca de todos los tiempos y le sigue acercando a las 68 del récord absoluto que detenta su compatriota Michael Schumacher, que superó en tres la marca del brasileño Ayrton Senna, mito brasileño fallecido en 1994.
Para completar otra jornada de vino y rosas para el equipo de la bebida energética, Webber -que el año que viene cederá su asiento a su compatriota Daniel Ricciardo- capturó el segundo puesto, por lo que la primera fila será propiedad de la escudería austríaca.
La sorpresa del día la protagonizó el alemán Nico Hulkenberg, que aportó una pincelada de color a la gris temporada de Sauber, que el año pasado festejó aquí el segundo puesto del mexicano Sergio Pérez, octavo, a bordo de un McLaren. Checo superó a su compañero inglés Jenson Button y saldrá en la cuarta fila, junto a Ricciardo.
Nico, uno de los futuribles de Ferrari, coló de esta forma el suyo en la lista de nombres protagonistas de los rumores que circulan en Monza a casi igual velocidad que los monoplazas. Hülkenberg superó a los dos pilotos de la Scuderia en su feudo. Massa fue cuarto, por delante de Alonso, que saldrá junto al alemán Nico Rosberg (Mercedes) en la tercera hilera. A pesar de la tensión que se percibe en el ambiente del equipo más victorioso de la historia de la F1, Fernando se mostró públicamente conforme con el quinto puesto y respondió que está "contento", porque se hizo "lo máximo que se podía hacer". Afirmación a la que se puede aplicar libre lectura. Lo cierto es que a Alonso no le vendría nada mal que el río bajase revuelto y que se cumpliesen las predicciones meteorológicas que señalan que durante la carrera podría llover. Porque una nueva victoria de Vettel -que igualaría las 32 del genial piloto asturiano- asestaría un fuerte golpe psicológico a todos sus rivales por el título.
Entre ellos al finlandés Kimi Raikkonen, campeón del mundo en 2007, que no consiguió incluir su Lotus entre los diez que entraron en la Q3. Su undécimo puesto fue la gran decepción del día, superada sólo en términos negativos por el inglés Lewis Hamilton (Mercedes), que fue duodécimo y saldrá a su lado desde la sexta fila. Flavio Briatore, presente ayer en Monza, dio la cara ante los medios para defender a Alonso. El italiano afirmó que Fernando "es feliz" en Ferrari.