Hazallanas. Nadie lo sabía, o pocos, porque uno de los requisitos que impuso Fernando Alonso para acercarse a un acuerdo era el de la discreción absoluta. Así que cuando por la mañana, un cuarto de hora antes de que saliese la etapa, lo supieron los corredores, la primera reacción fue de extrañeza. "Ha sido una sorpresa", aseguró Igor Antón; "no me lo esperaba porque viendo las fechas ya piensas que no hay nada que hacer, pero es una noticia muy buena no solo para nosotros, sino para el ciclismo". Y así todos, sorprendidos y felices. Menos Samuel. A una sonrisa pícara en el parking del hotel San Roque de Sierra Nevada donde se ducharon los corredores antes de salir en autobús hacia el aeropuerto le puso adjetivo el asturiano. "Es para estar contento", dijo, y cuando le preguntaron cuánto había pesado su amistad con Alonso, respondió con la misma sonrisa. "Eso lo tendrá que decir él, pero la decisión es suya". Un milagro, dicen. Es como para creer que existen.
Con sonrisas similares, hondas y profundas de liberación desfilaron por ese parking los corredores del equipo, los auxiliares, mecánicos, directores que atisbaban, quien más quien menos, con tristeza e incertidumbre su futuro. "Se corre igual", apuntó Igor González de Galdeano; "pero de repente, desaparece la incertidumbre". Galdeano era de los que sabía lo que se estaba cociendo, habla de que, en efecto, es como si les hubiese tocado la lotería pero matiza que para eso, hay que jugar. "El milagro", dice, "llega un día con una llamada en un momento determinado en el que estábamos desahuciados y ahora, mira. Pero claro, hay que mantener la discreción, no se puede ir por ahí hablando y creando falsas esperanzas".
Galdeano, como Euskaltel, como los corredores, como Samuel y, seguramente, como Alonso, pide prudencia para ir dando los pasos correctos en la construcción del equipo. "Él viene a eso", dice el alavés; "no viene a romper nada ni a acabar con nada del pasado, sino a construir sobre ello, a aprovechar lo que es este equipo por dentro, algo diferente en lo que él se ha fijado, le ha gustado y ha apostado por ello. Eso debe ser un orgullo para todos".
un equipo grande "Alonso viene a hablar y a ver lo que quiere". En principio, el piloto anuncia que su ambición es crear un equipo grande. Pero poco a poco. De momento, tiene 14 corredores firmados cuyos contratos asegura que respetara. Ocurre que algunos de ellos, vista la situación que atravesaba Euskaltel y el anuncio de su desaparición, habían puesto su futuro en manos de representantes que ya les habían colocado en diferentes equipos. Entre los que se movieron están Nieve, Landa o Antón. "Yo no tengo nada hecho", dijo ayer el escalador vizcaino; "así que pienso que estaré aquí el año que viene. De todas maneras, hay que verlo todo porque ahora mismo no tengo datos". Galdeano también habla de que habrá que ir viendo cómo evolucionan las cosas a partir de ahora. Que es verdad que el nuevo proyecto nace con la firme propuesta de mantener la estructura y respetar los acuerdos no solo con los corredores, sino también con auxiliares, directores y demás miembros del equipo y, también, con los patrocinadores. "Pero, claro, el que quiera marcharse, tendrá la puerta abierta para hacerlo", zanja.