MENUDA Vuelta. Lo que nadie puede poner en duda es que la presente edición rebosa emoción por todos los lados. Ayer se demostró en el muro de Valdepeñas, donde se registró el enésimo cambio de líder. El maillot rojo lo viste ahora Dani Moreno, que se llevó la etapa en una arrancada de mucha clase y ante la mirada del grupo de favoritos, al que igual hay que sumar también al ciclista del Katusha. No solo Purito va a competir por subir a lo más alto del podio con Valverde, Nibali y compañía. Moreno ha mostrado sus credenciales y, poco a poco, como una hormiguita, ha recuperado el tiempo perdido en la clasificación. Suma su segunda victoria tras la conseguida en Fisterra y ahora habrá que ver cómo gestiona la dirección del equipo ruso el papel de los dos gallos en el mismo corral. Seguro que la carrera pone a cada uno en su sitio. Pero habrá que esperar a la contrarreloj de Taranzona, que decantará la balanza de un lado o de otro. Aunque la etapa de hoy también tiene su dificultad y las fuerzas pueden abandonar a alguno de los favoritos.
Al que hay que reconocer su actuación es a Haimar Zubeldia. Sin hacer ruido, como casi siempre, el de Usurbil está en la zona noble de la clasificación. Es el vasco mejor colocado y su estado de forma es más que óptimo. Está por encima de Igor Antón, Samuel Sánchez y compañía, que siguen sin lograr la ansiada etapa. El ciclista de Galdakao no está súper, pero confío en que pueda dar guerra y sume una victoria en lo que queda de Vuelta, que todavía es mucho. Por lo demás, una jornada más, Leopold Konig -ganador la víspera en la meta de Peñas Blancas- demostró que lo suyo no es flor de un día. Apunta maneras y puede ser la gran sorpresa de la carrera. No sería descabellado pensar que entrara en uno de los cajones del podio, aunque aún hay que esperar, porque queda mucha tela por cortar. Por cierto, Valverde ya se puede poner las pilas.