Bilbao. El 18 de agosto de 2012, un Danel Elezkano casi imberbe, con dieciocho primaveras a sus espaldas, arribaba al ruedo profesional en el descorche del torneo Aste Nagusia de Bilbao más largo de los que se han disputado hasta la fecha. Después de alcanzar la gloria en el torneo Cafés Baqué como aficionado en todas las categorías, deslumbrar en El Antiguo y dar gran imagen en el DV, el delantero de Zaratamo daba el pistoletazo de salida a su camino profesional en el frontón Bizkaia y en medio de una gran fiesta. Rubén Beloki, responsable de las jóvenes fieras de Asegarce, creyó que era el momento de dar el paso, el instante en que dar vitaminas competitivas al hambre voraz de Elezkano, quien llevaba años jugando con los senior y entrenando con pelotas de profesional. Era el momento. Danel decidió hacer caso al burlatarra y debutó muy joven -de hecho sigue siendo el más joven del panorama manista con poco menos de un mes de diferencia respecto a Erik Jaka- para seguir creciendo. "Hay trenes que solo pasan una vez en la vida y confío en los técnicos", relataba el manista de Zaratamo. Sobre su estampa, las luces despertadas por una zurda de escándalo y una capacidad de aprender como la de una esponja.
Un curso después, la decisión tomada ese verano, con San Lorenzo vencido, se puede valorar como acertada. De Elezkano II dicen desde los servicios técnicos de Asegarce que "tiene una capacidad de seguir aprendiendo que es impresionante: es serio y trabajador". Lo demostró en el Cuatro y Medio de Segunda, donde Jon Jaunarena, la perla de Aspe que ya está operando en estelares, le descabalgó de la competición y acabó ganándola. También lo hizo llegando a la final del Manomanista de Segunda, cuya txapela le abría las puertas del de Primera. Siempre ha sido un buen manomanista, porque en su izquierda hay dinamita y de volea hace mucho daño. Buena cuenta de ello pueden dar pelotaris de la talla de Jorge Rico y Mikel Olazabal. Dos manistas correosos y fuertes en la distancia, cada uno con sus características.
Volviendo al mano a mano, una de sus distancias fetiches, el delantero de Zaratamo sufrió una derrota no tan severa de lo que podría parecer por el primer parcial de Álvaro Untoria, quien le hizo un traje a Danel con un 14-1 que aún escuece. Fue el principal culpable de que el vizcaíno hincara la rodilla. A pesar de todo, el najerino lo pasó mal. Elezkano expresó que aquella final "me ha venido de golpe". Fue después de pasar problemas de manos y sufrir una inmensa incertidumbre antes de la semifinal contra Mendizabal III. Eso le hizo crecer.
Y justo cuando cumplía un curso como profesional, creciendo a pasitos, llegó el premio gordo. Jugar un estelar de los de campanillas, un estelar de los que curten al pelotari para ver si está para seguir hacia adelante. Asegarce apostó por él. Fue contra Titín III-Laskurain y Danel lo hizo todo bien acompañado por Jon Ander Albisu (16-22). En Bilbao, en medio del Desafío del Vino, el zaratamoztarra, de 19 años, se impuso al de Tricio, de 44, sin contemplaciones. Once tantos en jugada le sirvieron para iluminar la hoja de servicios de un pelotari valiente, con una zurda privilegiada y que no se arruga ante nadie. ¿Cuál será el siguiente paso?