VITORIA. Hubo un tiempo en el que los clubes de fútbol del Este, de Rusia o Ucrania, eran minas de dinero, que no a nivel competitivo. Los propietarios, sus magnates, empleaban los equipos como escaparates para dar salida a los talentosos que dejaban ingestas cantidades económicas en las arcas. La estructuras eran concebidas como medio para el enriquecimiento. No se trataba de retener a los grandes nombres, a los iconos, al revés. Estos eran contemplados como cheques al portador.

Los tiempos han cambiado y esos magnates ahora buscan, además, ser competitivos más allá de la rentabilidad, como el dueño del Anzhi ruso, Suleiman Kerimov. Pero este modelo está en entredicho, pues pocos o ninguno demuestran que esto es posible. El club ruso, sin ir más lejos, es el último ejemplo de una inversión ruinosa. Hasta el punto de que el dueño, harto de aflojar el bolsillo sin la consecución de resultados, ha dicho basta. Ha colgado el cartel de se vende a toda la plantilla, entre ellos, Samuel Eto'o, el futbolista mejor pagado del mundo (20 millones de euros al año, hasta 2014, incluido), y a quien se coloca en los medios rusos como capataz de uno de los bastiones enfrentados internamente. "En una ocasión los jugadores extranjeros liderados por Eto'o abandonaron un entrenamiento", reza el diario local Izvestia, que deja ver el separatismo entre bandos e incluso alude a un intercambio de golpes entrenando.

El cambio de política anunciado por el club, que ahora pretende reemplazar a las estrellas con jugadores juveniles para aplacar un gasto de 230 millones de euros desde enero de 2011, cuando se hizo cargo del club Kerimov, ha propiciado, para más inri, que clubes archirrivales, como el Dínamo de Moscú, se beneficien de las rebajas. No en vano, ha anunciado la contratación de tres jugadores del Anzhi: Denisov, Kokorin y Zhirkov por 45 millones el pack. Ya anteriormente la salida de Guus Hiddink como técnico fue cuanto menos llamativa y representó el comienzo del declive.

En Rusia se especula con que la razón no es rebajar el gasto del club, sino los problemas económicos de Kerimov, que es máximo accionista de una empresa de fertilizantes (Uralkali) cuyas acciones han caída de manera drástica en los últimos días. Además, el presidente ha venido teniendo la costumbre de pagar los desplazamientos a numerosos aficionados del club en sus viajes por Europa. Kerimov, no obstante, achaca la reestructuración a la adaptación de la nueva normativa UEFA sobre el control de los gastos.

Deportivamente, la presente temporada es una ruina (la mejor fue la pasada, con la tercera plaza final). Tras cinco encuentros, el Anzhi es anteúltimo de una Liga de 16 equipos y figura con 2 puntos en su casillero. Esto ha supuesto la destitución del entrenador René Meulensteen tras 16 días en su cargo y la propuesta de venta de toda la plantilla, entre los que destacan, por ejemplo, Lass Diarra o William. Este último fue traspasado el pasado enero por 35 millones (el más caro de la historia del club) y ahora Tottenham y Liverpool buscan hacerse con sus servicios, mientras que Eto'o se ha dejado querer por el Chelsea, donde José Mourinho podría verle como un interesante refuerzo, pues ya contó con él en el Inter de Milán que fue campeón de la Champions League.

Es el inicio del declive, de la descomposición del mayúsculo proyecto ruso. Otro más. ¿Cuál le seguirá?