moscú. Ruth Beitia, capitana del equipo español en los Mundiales de Moscú, calificó de "regalazo" la medalla de bronce que compartió en altura con la rusa Anna Chicherova. "¡Qué regalazo! Después de la vuelta, dos medallas. La del Europeo, en la que no pudo estar Ramón (Torralbo, su entrenador) y ésta, mi primera medalla en un Mundial al aire libre, y estaba Ramón. Estoy feliz, feliz, feliz", afirmó.

Beitia reveló que tenía una cuenta pendiente con Chicherova: "Después de que lo derribó Chicherova dije: tengo que hacer justicia. Tenía pendiente con ella una cosa desde Madrid 2005 (Europeo en pista cubierta), en la que ella ganó el oro en el último salto y yo la plata".

La atleta cántabra recordó que un bronce compartido entraba dentro de lo posible. "Había soñado que pudiera haber más gente en el bronce y era mi posibilidad".

Reconoce que el nivel mundial de la prueba ha bajado en los últimos tiempos. "El salto de altura de cuando se juntaban cinco o seis por encima de 2,05 ya no es así. Yo siempre he estado en mis mismas marcas, siempre en el cogollo, y ahora estoy aprovechando todas las oportunidades que tengo. El nivel lo he mantenido siempre. Sé que no tenía un récord del mundo en mis piernas pero un sí 2,02 o un 2,03".

"¿Si voy a seguir? Nunca se sabe. Me veo con ganas y capacitada. Los dos últimos saltos sobre dos metros han sido buenísimos", señaló.

Beitia tuvo un recuerdo para un amigo que pasa por malos momentos. "Se la dedico a un gran amigo, a Carles Triadó, que esta mañana ha ido a buscar a su hermano, que se ha muerto de un infarto". "También a todas las personas que cuando he estado mal, han estado ahí, y por supuesto, a mi entrenador, Ramón Torralbo. El cincuenta por ciento de la medalla le pertenece. Es tan suya como mía". "Ha merecido la pena seguir", concluyó.