Moscú. Ruth Beitia, clasificada por cuarta vez para la final de altura de unos Mundiales, definió el concurso por las medallas del sábado como "territorio comanche, con tres rusas y una americana", reveló que está "muchísimo mejor" de su tendón de aquiles y anticipó sus planes de continuar en activo el año próximo.
"Muy contenta. El tendón de aquiles va muchísimo mejor. Me hicieron la EPI después del campeonato de España y todo bien. Las últimas semanas, entrenando en casa, he estado fenomenal. Las cosas van mucho mejor pero hay que ir paso a paso", declaró la atleta cántabra tras clasificarse con una marca de 1,92.
Este sábado, a partir de las 18.00 horas (16.00 horas en España), Beitia volverá a luchar por las medallas. "Ya estamos en la final, y a seguir con las mismas sensaciones. Ojalá que pueda estar luchando por puestos de finalista y, nunca se sabe, también por las medallas. La final la veo con tres rusas que junto con la americana (Barrett) lideran el ránking, la veo en territorio comanche".
"Ojalá sea como en Goteborg (donde ha obtenido el título europeo en sala), que se me dio fenomenal. Las medallas van a estar por encima de dos metros. Si puedo soñar, sueño con un podio con tres o cuatro medallas de bronce", bromeó la atleta veterana.
"Nunca se sabe, estoy aquí, supermotivada, con muchísimas ganas. Si algo tengo es experiencia, tengo que tirar de ella", añadió Beitia, que afirmó haber tenido "equilibrio entre cuerpo y mente" y confía en "estar luchando por saltar dos metros".
La cántabra subrayó que la de hoy -por ayer- ha sido "una de las mejores competiciones al aire libre este año, porque en pista cubierta", aseveró, "lo bordé desde el principio hasta el final".
A la pregunta de si este sería su último Mundial, replicó: "Nunca se sabe. Qué frase más recurrente. Ojalá pudiese aguantar como Chuso (García Bragado). Estoy bien, quiero disfrutar del momento, sólo pienso en la final y no sé qué voy a hacer dentro de tres días. En principio mi intención es seguir. Quiero recuperar bien el tendón, y luego Dios dirá".
La atleta cántabra, que el año pasado, con 33 años, hizo un amago de retirada después de conquistar el título europeo -su primera medalla al aire libre- y terminar cuarta en la final olímpica, reconsideró su decisión y ha añadido a su historial el título continental en sala.