Vitoria. La liga inglesa regresa este fin de semana con nuevos entrenadores al mando de los tres principales aspirantes al título: José Mourinho vuelve al Chelsea, Manuel Pellegrini toma las riendas del Manchester City y David Moyes sustituye al legendario Alex Ferguson en Old Trafford.

En cuanto a los jugadores se refiere, la directiva citizen es la que más se ha gastado hasta ahora para reforzar un equipo que al cierre de la última campaña quedó en la tabla once puntos por debajo de sus vecinos del United. Los delanteros españoles Jesús Navas y Álvaro Negredo acompañarán a su compatriota David Silva esta temporada en el vestuario del Etihad Stadium, lo mismo que el atacante montenegrino Stevan Jovetic y el centrocampista brasileño Fernando Luiz Fernandinho.

En Stamford Bridge, el goleador alemán André Schürrle tendrá por su parte la oportunidad de jugar al lado del inglés Frank Lampard, su héroe de la infancia.

El Liverpool, a la espera de resolver la situación del uruguayo Luis Suárez, que ha pedido cambiar de aires este verano, se ha hecho con el español Iago Aspas para dar solidez a su línea de ataque, mientras que el Swansea contará con el marfileño Wilfried Bony para apoyar al también español Miguel Pérez Michu, una de las sensación de la temporada pasada en Inglaterra.

En Tottenham, un barrio al norte de Londres, la directiva y los aficionados del Hotspur están pendientes de la posible marcha de una de sus perlas, el extremo galés Gareth Bale, de 24 años, en el punto de mira del Real Madrid.

Por el momento, el presidente Daniel Levy se ha asegurado la llegada del centrocampista brasileño José Paulo Bezerra Paulinho y del delantero español Roberto Soldado para contentar al técnico portugués André Villas-Boas, que esta campaña tratará otra vez de colocar a su equipo en puestos de Champions.

Un viejo conocido del fútbol de las islas, el francés Nicolás Anelka, se ha sumado además a sus 34 años a las filas del West Bromwich, el sexto club inglés de su carrera (antes pasó por el Arsenal, el Liverpool, el Manchester City, el Bolton y el Chelsea).

Hasta el 31 de agosto, los clubes tienen tiempo de solucionar sus culebrones de verano: además de la posible salida de Bale del Tottenham, la atención está centrada en Rooney, que ha hecho presión para abandonar Old Trafford y cuyo futuro está todavía en el aire.

El campeonato inglés se presenta este año con la novedad tecnológica del ojo de halcón, un mecanismo conocido hasta ahora por los aficionados al tenis que vigilará con precisión milimétrica si el balón cruza la línea para evitar goles fantasma.

La Premier League ha firmado un contrato de cinco años con la empresa Hawk-Eye, que ha instalado catorce cámaras en cada estadio de la primera división inglesa, un complejo sistema con el que los árbitros podrán saber al segundo, con un aviso en su reloj de pulsera, si un disparo se coló entre los tres palos.