barcelona. El delantero del Barcelona Neymar da Silva dijo ayer estar "acostumbrado al juego duro" y aseguró que, cuando jugaba en Brasil, recibía "más faltas" de las que le hicieron en su debut con el equipo ante el Lechia Gdansk.
Para Neymar, las patadas "forman parte del fútbol" y no cree que el marcaje que sufrió en Polonia en el escaso cuarto de hora que estuvo sobre el terreno de juego sea más severo que algunos de los que padeció en su país. Asimismo, se mostró "impresionado" por "el ambiente del vestuario". "Es mucho mejor de lo que yo pensaba", manifestó, afirmando estar viviendo un sueño que proyectó desde pequeño. "Giro la cabeza y veo a Messi, a Xavi, a Iniesta, a Puyol. Estoy mucho más que feliz", confesó. Definió como "maravillosa" su relación con Messi: "Hablamos todos los días. Seguro que no habrá ningún problema con él. Es el mejor jugador del mundo, le tengo mucho respeto y yo estoy aquí para ayudarle".
Hoy, a las 21.45 horas en el Camp Nou, él y el nuevo técnico, Tata Martino, serán los atractivos del Trofeo Joan Gamper frente al Santos brasileño. "Jugaré contra los mis excompañeros, pero defenderé al Barça con todo mi orgullo", concluyó.