11.700 pernoctaciones, 25.000 espectadores que verán tan sólo la carrera a pie, 6.800 bidones de agua para los ciclistas, 20.000 vasos, miles de litros de bebidas energéticas... Todo ello concentrado en las doce horas de espectáculo deportivo que promueve el evento que hoy acercará a Gasteiz a algunos de los triatletas más consagrados del planeta.

A nadie se le escapa que este tipo de iniciativas exceden su perfil puramente deportivo para constituirse en una fuente de ingresos más que notable para la ciudad en cuestión. Hay que tener en cuenta en este apartado la predisposición gasteiztarra en los últimos tiempos para hacerse fuerte en lo económico desde el turismo que puede atraer en fechas señaladas como ésta. En tiempos en los que la industria ya no alimenta a la provincia como antaño, el calendario alavés pretende rellenarse, cada vez más, de enclaves con un poder de seducción como el que nos ocupa. Azkenas, batallas de Vitoria, festivales de jazz o, en este caso, pruebas del circuito Challenge de triatlón completan un panorama deportivo, social y cultural que redunda de manera directa e indirecta en las arcas del territorio.

Y es que en los últimos días se ha venido hablando más del impacto económico que el evento dejará en la ciudad que de lo puramente deportivo. Será que el pueblo llano sabe más de balones atravesando redes -estén engarzadas a un aro o una portería- que de los esfuerzos sobrehumanos que demandan a estos hombres de hierro. El montante de la operación Challenge se estima en 1.992.000 euros. Casi dos millones de los que uno y medio hacen referencia a los gastos de estancia de los visitantes. Casi 12.000 son las pernoctaciones que se auguran tomando como referencia la prueba del pasado curso celebrada en Barcelona según la propia organización. El ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz es mucho más optimista y pronostica un gasto de entre 2,3 y 3 millones de euros basados en un número de pernoctaciones muy superior: entre 14.000 y 18.000.

Es una regla no escrita que en este tipo de megaeventos hay que barrer para casa pero la idoneidad de las fechas y de la ciudad para con el perfil del triatleta y del aficionado al deporte en general juegan a favor de una ciudad que no ha escondido su afán de promoción turística. Llegados a este punto es de justicia señalar que habrá ausencias de renombre en la cita de hoy, empezando por la del gasteiztarra Eneko Llanos -en plena preparación para el Ironman de Hawai, el de más solera de los que se disputan a lo largo de todo el mundo-, así como apuntar que no deja de ser una de las veintiún pruebas que componen la prestigiosa Challenge Family. Todo un lujo poderla disfrutar in situ, se mire por donde se mire, para cualquier aficionado al deporte.

De este modo no se podrá decir aquello de que todo queda en casa, por la ausencia de Llanos, pero, al menos, todo hace indicar que tampoco se irá muy lejos. En categoría masculina los principales favoritos son Raúl Amatriain y Alejandro Santana mientras que entre las féminas Gurutze Frades y Ana Casares se han colgado idéntico cartel. Amatriain, campeón de España de triatlón de larga distancia en 2011 recordaba hace escasas fechas el campeonato del mundo acaecido también en Gasteiz hace un año. "Competir en Euskadi es algo especial, el ambiente vivido el año pasado en Vitoria durante el Campeonato del Mundo fue algo difícil de igualar, toda una ciudad volcada con el triatlón. Tengo muy buenos recuerdos del 2012 y este año no he dudado a la hora de repetir experiencia", rememoraba el que será una de las principales atracciones de la prueba.

La primera de las tres ediciones Challenge que, por el momento, celebrará la capital alavesa arrancará mediante la modalidad de natación fuera de la propia ciudad. El pantano de Landa será el enclave que inaugure la prueba a las 08.00 horas. 3,8 kilómetros para llevar a cabo la primera criba. Más tarde, la bicicleta tomará el protagonismo sobre las carreteras de la Llanada Alavesa en un trazado de 180 kilómetros que antecederán a la prueba final de maratón. El recorrido, de 10,5 kilómetros que se recorrerán cuatro veces, será el, a priori, más seguido por haberse dibujado en plena ciudad. Los participantes saldrán de la plaza Nueva para subir hasta la iglesia de San Pedro, continuar bordeando la Diputación hasta el parque de la Florida, de ahí hasta el Prado por la Senda, Mendizorroza y por el Batán hasta la calle Zumabide donde los participantes regresarán de nuevo, bordeando las universidades, al centro de la ciudad. Se estima que el vencedor cruzará la línea de meta hacia las 16.15 horas, aunque el control se mantendrá abierto hasta las 24.00 horas.

En ese momento se dará por finalizada la primera edición de una Callenge-Vitoria que albergará a unos 650 atletas procedentes de 21 países diferentes, amén de acompañantes y aficionados. Una nueva piedra en el flanco turístico de la ciudad que está edificando en torno a la cultura, festividades varias y deporte en esta ocasión. Pero, sobre todo, una nueva piedra para ubicar a Gasteiz en un mapa deportivo en el que día a día se la ve con mayor nitidez por iniciativas como la que hoy la colorea.