EL nuevo entrenador del Barcelona, Gerardo Tata Martino, aterriza en la capital catalana en su primera aventura en Europa con un buen bagaje en Argentina y como seleccionador de Paraguay, pero con la dificultad de tener que relevar de urgencia a Tito Vilanova, que prolongó el éxito de Pep Guardiola.

Tito hizo perdurar el estilo y filosofía de un club que vive por y para el balón. Seguramente, el Tata Martino sea uno de los argentinos con más gusto por la técnica y por el fútbol ofensivo.

Martino lo mostró como jugador en Newell's Old Boys, con más de 500 partidos disputados, y también como técnico en esta misma casa, llevando a los rojinegros a las semifinales de la Copa Libertadores y a ganar el Torneo Final la última temporada.

De mentalidad parecida al ADN del Barcelona, gusta de tocar el balón y tenerlo, no regalarlo sin sentido, y de jugar más en campo contrario que en el propio y con la creatividad como enseña, y desgrana su fútbol sin tapujos. Con Marcelo Bielsa como referente, demuestra haber hecho suyo un estilo que ya gustaba en can Barça, pues el propio Guardiola siempre elogiaba el juego de Bielsa en el Athletic.

En palabras de Martino durante su época de Newell's, no hay lugar a dudas de que por lo menos su estilo se asemeja al del Barça. "Mi propuesta es la posesión, atacar, poner mucha gente en campo rival, tomar riesgos, que los defensores miren atrás y haya cuarenta metros entre ellos y el portero, que no renuncien a jugar, que cuando tengan que profundizar, profundicen, y que cuando tengan que lateralizar, lateralicen, que la pelota no vuele si no tiene algún sentido", dijo.

Nacido el 20 de noviembre de 1962 en Rosario, ciudad natal de Leo Messi, se encontrará a su paisano más famoso y a su compatriota Javier Mascherano en un equipo deseoso de darle la mejor bienvenida y de facilitarle al máximo las cosas, como aseguró el propio capitán Carles Puyol. No será fácil, pues este Barça se ve obligado por la peor de las noticias, el cáncer que debe combatir Vilanova, a cambiar página.

Por mucho que Martino sea del perfil buscado y que necesita el Barcelona, no es ni Guardiola ni Vilanova. No se ha formado en la Masía que tantos éxitos ha dado, no conoce las bases del club, la filosofía de cantera, el llevar dentro que el Barça es més que un club, pues no ha jugado ni sufrido en el Camp Nou. Así, la implicación de la plantilla, y de Messi, se prevé clave para su adaptación en la Liga BBVA y en la exigente Liga de Campeones.

Su primer equipo como técnico fue el Brown Arrecife, equipo de la Primera División B de Argentina. La temporada 99/00 fichó por otro equipo argentino, el Platense para, al año siguiente, 2000/01, firmar por el Instituto de Córdoba. Después de un año de descanso, aterrizó por primera vez en el fútbol paraguayo y consiguió sus primeros títulos. El primer equipo que dirigió fue el Club Libertad, con el que obtendría el Torneo Apertura y Clausura de 2002. En el año siguiente, en 2003, se proclamó campeón del Torneo Apertura.

Siguió su carrera en Paraguay al frente de Cerro Porteño. Tras pasar por Colón de Santa Fe (Argentina), volvió a Club Libertad y de ahí dio el salto a la selección paraguaya, de 2006 a 2011. Posteriormente al Mundial de 2010, Martino condujo a Paraguay hasta la final de la Copa América de 2011. Poco después dejaría la selección para coger a Newell's Old Boys, su equipo de siempre.

Como jugador, Martino se convirtió en una institución en Newell's. Con 17 años debutó, disputando 505 partidos a lo largo de su carrera. Allí fue influido por entrenadores como Bielsa. Era un centrocampista ofensivo con buena técnica. Otras camisetas que vistió son la del Tenerife, Lanús, O'Higgins (Chile) y Barcelona de Guayaquil (Ecuador). Se retiró en 1996 para iniciar su etapa de entrenador, oficio en el que da ahora un salto mayúsculo con su llegada a Barcelona.

El club cierra la temporada con beneficios

El Barcelona ha cerrado la temporada 2012/13 con unos beneficios de 32 millones de euros, según explicó el vicepresidente económico del club, Javier Faus, que anunció unos ingresos de 491 millones y unos gastos de 443 millones, y un beneficio menor que el récord histórico del pasado año (48 millones) debido a la salida de Villa, el fichaje de Neymar y el pago a Hacienda. La campaña se ha cerrado con 32 millones de beneficio y ello deja a la Junta Directiva que preside Rosell "moderadamente satisfecha", y es que se ha podido hacer frente al fichaje de Neymar por 57 millones, la depreciación de Villa (8,3 millones) o el pago a Hacienda de 12 millones. En cuanto a la deuda del club, se rebajó solo en 3 millones y no en los 40 que tenían pensado debido a Neymar, ya que su fichaje se firmó en junio y el gasto se atribuye a este ejercicio económico cerrado.