vitoria. Sin complejos y con toda la ambición del mundo. Así afronta el Araski su primera participación y, por ende, la de cualquier equipo vitoriano, en la próxima edición de la Liga Femenina 2. O, lo que es lo mismo, la segunda categoría del baloncesto estatal. Con muchas dosis de humildad y un proyecto integrado en su mayoría por jugadoras alavesas -Madelén Urieta seguirá al frente del grupo en espera de la llegada de tres posibles refuerzos procedentes del entorno geográfico cercano-, ha aceptado el enorme reto que implica competir en un torneo donde la mayoría de sus rivales partirán con un presupuesto sensiblemente superior. "Uno de nuestros objetivos es tener un referente en Álava para nuestras jóvenes. Este año no había otra opción que inscribirnos para que no se marcharan nuestras jugadores y no viéramos descabezado el proyecto", razonó la presidenta Livia López a la hora de explicar esta histórica presencia en Liga Femenina 2.

El Araski ha culminado con éxito los costosos trámites para formalizar su objetivo. Entre la presentación de un aval ante la Federación Española -obligatorio para hacer frente a los costosos gastos como los viajes, los árbitros, las licencias de las jugadoras, los seguros deportivos y las posibles sanciones durante la temporada- y los costes derivados de la inscripción, ha debido reunir alrededor de 16.000 euros. Lógicamente, el primer equipo concentrará la mayor parte del presupuesto de todo el club, cifrado en 190.000 euros, de los cuales alrededor de 40.000 aún no se han cubierto. Livia López confía en este sentido en que las instituciones y las empresas privadas pongan su granito de arena para que el principal conjunto femenino de la provincia mantenga su espacio en la élite.

A falta de que la Comisión Delegada de la Federación dictamine cómo será el reparto exacto de los 25 inscritos en dos grupos, el Araski ya tiene la certeza de que deberá afrontar complicados desplazamientos. Todo hace indicar que quedará emparejado con cinco rivales de Madrid, dos de Cataluña y uno de Baleares, Tenerife, Logroño, Gernika y, posiblemente, Zaragoza. Según Livia López, el club no puede fijarse metas excesivamente ambiciosas. "Será una temporada atípica porque no sabemos cómo va a afectar la situación económica. El mercado está parado. Supliremos la falta de estrellas con el trabajo, el compromiso y el sacrificio de todas las jugadoras. Nos tocará revolucionar los partidos y buscar trampas", alertó. Un aspecto positivo, al menos, es que el filial del Araski competirá en la Primera Nacional.