vitoria. Óscar Serrano no está dispuesto a esperar eternamente el pronunciamiento del Deportivo Alavés respecto a su permanencia definitiva en el equipo a las órdenes de Natxo González. El interior gerundense, por medio de su representante, ha emplazado ya al club del Paseo de Cervantes a que, como muy tarde a finales de esta semana, le traslade una respuesta a su ferviente deseo de reengancharse al fútbol de alto nivel en la capital alavesa. Para entonces, habrá permanecido casi catorce días bajo la disciplina albiazul, un tiempo que el protagonista considera suficiente para que los técnicos y rectores de Mendizorroza hayan evaluado su estado físico.
Serrano es uno más de la pretemporada iniciada por el Alavés el pasado día 15, aunque se halla sometido a un periodo de prueba para saber si las dos graves lesiones de rodilla que ha sufrido en los últimos tiempos le han dejado alguna secuela que le incapacite para militar en una categoría tan exigente como la Segunda División. Este hecho, unido a que lleva varios meses alejado de los terrenos de juego tras rescindir en enero de este año su contrato con el Levante, obligan tanto a Natxo González como a la secretaría técnica a hilar fino y no precipitarse a la hora de ofrecerle un contrato para el próximo ejercicio.
No hay excesivas dudas respecto a su calidad, algo que ha quedado sobradamente comprobado en los entrenamientos, pero sí sobre su capacidad para aguantar el ritmo de una campaña agotadora con infinidad de partidos de por medio. Por eso, el Alavés no quiere dar ningún paso en falso y se ha tomado un tiempo prudencial antes de emitir un veredicto que puede condicionar otros movimientos. Este hecho choca lógicamente con los deseos del futbolista, que en previsión de una respuesta negativa por parte de los dirigentes albiazules aspira a sondear a otros posibles interesados para no quedarse en una delicada situación a pocas semanas del pistoletazo de salida de la categoría de plata.
Por tanto, las próximas jornadas se antojan cruciales para el devenir del caso. El primer partido de la pretemporada, previsto este miércoles ante el filial y a puerta cerrada, puede aclarar las dudas que todavía embargan al Alavés, que de aquí al cierre del mercado necesita redondear su plantilla con varios futbolistas de banda que aporten desequilibrio y dinamismo. Serrano, desde luego, lo es si recupera el álgido nivel que le permitió disputar varios temporadas en la elite dentro del fútbol estatal. El catalán cree que todavía tiene cuerda para rato.