Rui Costa (Movistar)5h59:01

Andreas Kloden (RadioShack)a 48''

Jack Bakelants (RadioShack)a 1:44

GENERAL

Chris Froome (Sky)77h10:00

Alberto Contador (Saxo-Tinkoff)a 5:11

Nairo Quintana (Movistar)5:32

La etapa de hoy, 20ª: Annecy-Annecy Semnoz, 125 kilómetros. ETB-1 y Teledeporte.

Pudo ser por la soba de la víspera en Alpe d'Huez, las dos pasadas y el desgaste, la agonía que define tan gráfico como acostumbra Joaquim Rodríguez, que recuerda la caló que escurrió sus cuerpos y los dejó sin una gota de combustible, secos, tiesos. Pudo ser eso o la falta de fuerzas, que es la tercera semana y duele mucho ese dolor de las piernas. O pudo ser, también, el conformismo entendido como la prudencia del buen ahorrador que valora lo que tiene, poco o mucho, y prefiere conservarlo antes que volverse loco con inversiones arriesgadas, castillos en el aire, que ya le pasó eso a la lechera y mira, tropezó y se quedó sin nada. Ni una gota. Tiesa. O, claro, pudo ser todo eso junto -la paliza del Alpe, el dolor de patas que no se va ya ni con un baño de hielos y el miedo a perder lo que con tanto dolor se ha conquistado- lo que hizo que la larga travesía alpina hasta Le Grand-Bornand por el Glandon, La Madeleine y, finalmente, La Croix Fry, supiera a poco. O a nada. Se esperaba más tras el primer mal trago de Froome en el Tour, su vacío repentino en Alpe d'Huez. Se deseaba un día de caza mayor, Nairo bravo a por la etapa, el maillot de la montaña, el segundo puesto de Contador y, ya puestos, el amarillo de Froome. Qué bonito quedaría en la pared de su casita de Boyacá. Pero el colombiano eligió guardarse ayer. Él y todos los favoritos. También el resucitado Purito de los Alpes, que, eso sí, atacó una vez muy al final de La Croix Fry, pero sin convicción ni esperanza. "Creí que había atacado duro y me estaba siguiendo todo dios", dijo el catalán. Así que paró, Quintana dio cuatro pedaladas más por si quedaba algún punto de la montaña y luego bajaron todos juntos, los cuatro que luchan por el podio y Froome, hasta Le Grand-Bornand, donde muchos minutos antes había cazado la etapa Rui Costa.

Es la segunda pieza del portugués del Movistar en el Tour. Buena caza menor, pero quién la pillara, debieron pensar todos los que andan estos días queriendo llevarse algo más que el recuerdo de su paso por la carrera francesa. Entre ellos Euskaltel, que metió a Nieve en la escapada gorda que se hizo de salida en el Glandon, también a Jon Izagirre, que coronó con Hesjedal, a Rubén Pérez y a Sicard, que anduvo muy bien, al fin, como si estuviera sacando la cabeza del hoyo en el que llevaba metido un tiempo. Lo malo para el equipo vasco fue que Nieve, un pura sangre, no tuvo su día. Andaba sin piernas, con la pólvora mojada, y pese a ello, disparó primero en la subida definitiva a La Croix Fry no porque pensara que pudiera irse, sino porque sabía que no, dura y testaruda roca navarra. El disparo bueno fue el de Rui Costa. Y mira que se lo dijeron. Y mira que lo sabía. Él y todos los que le rodeaban. Pero? El portugués es de los que saben dónde apunta. Le basta con apretar el gatillo una vez. Así se ha cobrado dos piezas en este Tour.

Cuando salió disparado a por la segunda, la lluvia sobre los Alpes, la noche repentina y los faros de los coches iluminando sus gemelos empapados, caía abatido Pierre Rolland tras una buena batida por los Alpes donde cazó unos puntitos para la general de la montaña en el Glandon, todos los de la Madeleine, Tamié y l'Epine y ninguno, muerto ya, en la Croix Fry. En meta sacó la calculadora, contó todos los puntos que tenía y comprobó con desánimo que se había quedado a uno de Froome (104 a 1003), lo que le obliga a fugarse de nuevo hoy, barrer todos los puntos de los cinco puertos que hay antes de la subida final a Semnoz (uno de primera, uno de segunda y tres de tercera, lo que, coronándolos primero le darían 24 puntos) y rezar para que Froome no gane la etapa. O que Nieve, que tiene 98 puntos, no haga lo mismo, aunque el navarro gastó ayer su última bala, y Quintana -97- no sume mientras pelea por la etapa o se pega por el segundo puesto de Contador. Lo tiene mal Rolland para cazar esa pieza.

Y el RadioShack para levantarle la clasificación por equipos al Saxo Bank, aunque ayer le dio un mordisco de casi nueve minutos en la general que no desprecia el equipo de Contador pese a que el madrileño lucha aún por conservar la segunda plaza del podio y Kreuziger, por recuperar la tercera que le quitó Quintana en Alpe d'Huez. Por eso se pasó el día tirando el Saxo del pelotón y, de paso, haciéndole el trabajo al Sky, que solo piensa en el premio gordo. El amarillo que Froome rarísimamente perderá hoy -tiene 5:32 de ventaja con Contador-. Le basta al keniano con salir de espectador, observar desde la retaguardia, que es lo que no hizo en Alpe d'Huez y le costó una pájara en la que entregó poco más de un minuto a Quintana y Purito.

"El reto más complicado al que me enfrento cada día", explicó Froome tras acabar la etapa, "es levantarme con el hambre suficiente para sacar más ventaja en la general". Dicho esto, el líder del Tour se excusó por acortar el tiempo de preguntas al máximo. "Me disculparéis, pero quiero descansar".

Necesita recopilar las últimas fuerzas para defenderse hoy en el corto -125 kilómetros- pero intenso viaje hasta Semnoz. Pero más energías y valor necesitan Contador para proteger su segundo puesto que peligra porque el bravo de Quintana le tiene a 21 segundos, en el punto de mira; el propio colombiano para afrontar ese reto y, de paso, buscar la etapa o el maillot de la montaña; Kreuziger para socorrer como ha socorrido a su líder durante todo el Tour y, si se da el caso, luchar por el podio; y Purito, que está quinto y eso no le vale, por lo que anuncia que hoy saldrá a matar. "Me hace más ilusión que la etapa".

Hoy, pues, es día de caza mayor.