EMBRUN. El mayor de los Izagirre completó la etapa del martes con cierto optimismo, pero la fiebre le aumentó la pasada madrugada y se mantuvo hasta la mañana de hoy, lo que le produjo una debilidad definitiva que le impide tomar la salida en la cronometrada.

"Es muy duro abandonar el Tour, pero es una carrera muy exigente y así no podía continuar, ya que no aportaría nada al equipo. He pasado dos días muy malos, con fiebre, sufriendo mucho. Siempre esperas poder dar la vuelta a la situación y recuperarte, pero el Tour no perdona", señaló el ciclista del Euskaltel, que debía tomar la salida de la contrarreloj a las 12.19 horas.

Finalizado su tercer Tour con abandono, Izagirre espera ahora descansar, recuperarse, deseo a sus compañeros suerte para poder cumplir el objetivo de ganar una etapa".