Txikon descansa ahora en el campo base del K2 "a la espera del parte meteorológico de buen tiempo", según ha informado su equipo de apoyo.

"Estamos con muchas ganas y nos sentimos muy fuertes", ha asegurado el himalayista antes de expresar su deseo de adelantar el ataque a cima "para la semana del 25 de julio".

Su compañero de expedición Félix Criado ha explicado que estos últimos días "han sido días de mucho trabajo y de un gran esfuerzo por la cantidad de nieve que presenta la montaña".

"Hemos cargado e instalado más de 500 metros de cuerda. Ahora queda superar el día del ataque a cima la parte más peligrosa en el cuello de botella", ha apuntado Txikon.

Para el vizcaino, el K2 presenta este año más dificultad que en anteriores intentos por "la cantidad de nieve y las condiciones climáticas tan duras, con mucho frío y viento", lo que provoca que "desde la pared se desprendan grandes bloques de roca y de hielo".

La exigencia se endurece también por las pocas expediciones con las que comparte campo base debido al asesinato de los once montañeros el pasado mes de junio en el campo base del Nanga Parbat.

"Estamos unos 16 montañeros de todo el mundo, lo que nos hará coordinar un ataque a cima conjunto", concluye Txikon.