Menudo puñetazo encima de la mesa del Tour de Francia pegó ayer Chris Froome en la crono! ¡Incluso estuvo cerca de arrebatar la victoria a Tony Martin, que las pasó canutas hasta que a falta de 500 metros para que el británico llegara a meta por fin pudo sentirse ganador! El corredor del Sky demostró con todas las de la ley que es el hombre más fuerte de la carrera. Si el martes decíamos que sus principales rivales se darían con un canto en los dientes con perder minuto y medio, al final acabó metiendo más de dos a los Valverde, Purito, Contador y compañía. Además, Richie Porte también completó una notable contrarreloj. Si eres el hombre más fuerte de la carrera y, además, tu principal escudero se ha recuperado de su mal momento del domingo en Pirineos...

Voy a ser claro. Veo imposible que alguien pueda derrotar a Froome en la lucha cuerpo a cuerpo. La única posibilidad que veo es que varios equipos establezcan alianzas para mover la carrera desde lejos y poner en apuros al Sky. En esa táctica tendrían mucho que decir el Saxo-Tinkoff de Contador y el Movistar de Valverde, pues tienen a varios hombres bien clasificados.

Valverde y Purito han estado más o menos donde se esperaba, Quintana quizás perdió algo más de tiempo de lo esperado, y Contador... Contador hace tiempo que no es el Contador de tiempos pasados y, en mi opinión, es entre todos los grandes nombres el que más tiene que arriesgar de lejos, jugándose el todo por el todo, si quiere poner en problemas a Froome. Entre los nuestros, Mikel Nieve perdió bastante tiempo, pero ni le va ni le viene de cara a sus objetivos en este Tour. De hecho, puede que incluso le venga mejor estar más descolgado en la general porque tendrá menos vigilancia en su intento de luchar por su gran meta: una victoria de etapa.

Estos días supongo que serán de tranquilidad en el seno del pelotón hasta que llegue el domingo con la cita del Mont Ventoux. ¿Y quién nos dice que ese día Froome no vuelve a demostrar su fortaleza y les mete otro minutito a sus rivales más directos? De verdad, no veo a nadie a su altura.