Ayer llegaron malas noticias para el ciclismo vasco desde el Tour de Francia porque Haimar Zubeldia, un seguro de vida en esta carrera, se cayó y el parte médico es contundente: fractura en un dedo. Mal asunto. Me comentan que hoy tomará la salida, pero, en mi opinión, lo va a tener muy complicado para ser el Haimar de siempre. Cuando hablamos de fracturas hablamos de palabras mayores. Solo queda enviarle ánimos ahora que estará cabizbajo. Seguro que hará todo lo que pueda.

La etapa de ayer volvió a demostrar que las escapadas están muy baratas en este Tour de Francia. Los primeros que lo intentan consiguen marcharse y la fuga de ayer volvió a formarse muy pronto, en el segundo kilómetro. A partir de ahí, lo de siempre: remar, remar, remar... y acabar cazado por un pelotón en el que el Orica GreenEdge no va a querer ceder fácil su maillot amarillo. ¿Y el triunfo de Cavendish? Incontestable. Cavendish acumula ya 24 victorias en el Tour de Francia, las mismas que Merckx llevaba a su misma edad. ¿Podrá seguir en esta progresión? No será nada fácil. También hay que decir que Juanjo Lobato lo ha hecho muy bien en el sprint. Es ahí donde tiene que estar, donde tiene que gastar sus balas, no en coger fugas como el primer día. Seguro que habrá cogido moral y hoy lo volverá a intentar.

Porque la etapa de hoy es todavía más sencilla que la de ayer. Se repetirá el guión: escapada tempranera, control del Orica con ayuda del Omega Pharma y el Lotto, y Caven... Bueno, dejémoslo en sprint.