Vitoria. El Zoncolan y Val di Fassa son referencias inevitables para presentar a los trece ciclistas vascos que acudirán al Tour. En esas dos cumbres italianas ganaron Igor Antón y Mikel Nieve, respectivamente, en el Giro de 2011 en días consecutivos. El de Galdakao y el de Leitza vuelven a formar la pareja en la que Euskaltel-Euskadi ha depositado sus esperanzas de brillar en la ronda gala y de corregir el rumbo del equipo en un año que marcha en un tono gris, al menos en las pruebas del World Tour. El discreto resultado de los naranjas en el último Giro carga, además, con presión a dos corredores que no han vuelto a alcanzar aquel nivel de hace dos años, pero que metidos ya en la treintena tienen que dar un paso adelante, tal y como les reclama Igor González de Galdeano, en busca de un triunfo de etapa y de dejarse ver en los días más duros. Como las victorias están caras, Euskaltel piensa en el jersey a puntos de la montaña como una buena manera de dejarse ver en el podio, como hizo Samuel Sánchez en 2011.
El problema es que para Nieve y Antón el Tour es casi territorio virgen. El navarro debuta en la carrera más exigente del mundo con el aval de su regularidad en las pruebas de tres semanas: fue undécimo en la Vuelta de 2010, en la que estrenó su palmarés en Cotobello, y décimo en el Giro y la Vuelta de 2011 y en el Giro de 2012. Esa regularidad le convierte en la baza del Euskaltel para tratar de meterse entre los diez primeros. En la última Dauphiné Mikel Nieve no brilló, pero de él cabe esperar que esté con los buenos en las etapas de montaña.
El vizcaíno, por su parte, regresa al Tour que solo ha corrido dos veces: en 2007 abandonó y en 2009 acabó el 66º. La duda es saber si la ronda gala no será demasiado toro para un ciclista que, desde su caída cuando era líder de la Vuelta de 2010, solo ha dejado chispazos y ha mostrado cierta fragilidad en los momentos críticos. El mejor Igor Antón podría aspirar a lo mismo que su compañero, pero de su duodécimo puesto en la Vuelta a Suiza se deduce que aún le falta el punto de explosividad que tuvo hace tres años, aunque él confía en recuperarlo para buscar sus oportunidades.
En el nueve de Euskaltel figuran también los hermanos Gorka y Ion Izagirre. Ambos andarán por libre en busca de cazar alguna etapa, como la que se llevó el pequeño de la saga de Ormaiztegi en el Giro de 2012 que ha mostrado un buen nivel en el Campeonato de España y que aspira a meterse en la pelea por el maillot blanco de mejor joven.
El trabajo quedará para Juanjo Oroz, Rubén Pérez y Mikel Astarloza, los corredores del equipo con más Tours en sus piernas que serán un poco los maestros de todos y los que pondrán su capacidad de fondistas para lo que haga falta. La incógnita del equipo naranja es Romain Sicard, la gran esperanza que aún no ha confirmado lo que apuntó en 2009 con su título mundial sub'23 y su victoria en el Tour del Porvenir. Galdeano tiene claro que al de Hasparren, con 25 años, ya se le han agotado las excusas y lo lanza a la arena de su primer Tour ante quienes también lo reclaman como suyo. Para Sicard, puede ser ahora o nunca, al menos vestido de naranja.
Cuatro años sin triunfos Los ciclistas vascos no ganan una etapa en el Tour desde que Juanma Garate se impuso en el Mont Ventoux en 2009. Son cuatro años de una sequía que amenaza con prolongarse porque en el ciclismo moderno ya nadie regala nada, ni día a día ni en la lucha por la general. El ciclista vasco más fiable es Haimar Zubeldia, que ha acabado cuatro veces entre los ocho primeros. Probablemente, su papel en el Radioshack sea el mismo del año pasado: estar preparado por si falla Andy Schleck para coger los galones de un equipo desestructurado. Junto al de Usurbil, estará el oñatiarra Markel Irizar, que en su segundo Tour será una de las piezas claves en la contrarreloj por conjuntos de la cuarta etapa.
Idéntica misión les van a encomendar en el Movistar a Jonathan Castroviejo e Imanol Erviti. El getxotarra, que sigue dando pasos adelante en su prometedora carrera, debuta en el Tour con su título de campeón de España de contrarreloj en el bolsillo y no sería raro verle en plazas de honor en las etapas individuales. El navarro ya conoce el oficio y el medio donde se desarrolla y en su tercer Tour también ofrecerá su trabajo en el llano dentro de un equipo muy completo y exitoso este año que se pondrá al servicio de Alejandro Valverde en busca del podio.
Pero para equipo completo y potente, el Sky, en el que habrá otro ciclista vasco para proteger al que muchos consideran el principal favorito al triunfo en París. El barakaldés David López afronta su segundo Tour un lustro después del primero. Con 32 años, el ex del Euskaltel y el Movistar ha sabido reciclarse y se ha ganado en estos meses la entera confianza de Chris Froome, que le quiere junto a él en las jornadas de montaña. En ellas, la escuadra británica espera imponer un ritmo asfixiante con el vizcaíno como parte activa.
El ultimo debutante vasco en el Tour correrá en el Cofidis, un conjunto que sin un aspirante claro a la general dará guerra en las escapadas para justificar su presencia. El vizcaíno Egoitz García, curtido en las clásicas, se ha hecho un sitio en la mejor carrera del mundo y tratará de aprender y sorprender en esos días en que el pelotón se muestre condescendiente.
Trece serán los representantes de Euskadi en el Tour, trece historias que saldrán de Córcega y acabarán en París para sellar el carnet de ciclista. 35 triunfos de etapas y ocho plazas en el podio les preceden y no será sencillo conseguir ni una cosa ni, sobre todo, la otra.