MAR MENOR Miguel Serna; Aridane, Santi Silvar, Álvaro, Antonio (Rivera, min.61), Emilio Rodríguez, Valdeolivas, Sánchez, Juanma, Dani, Rafa Soriano (Juanfra,min. 70).
LAUDIO José Carlos, Gorka, Lombera, Juaristi, Oier, Degre, Kepa (Tyson, min.63), Agirre, Galder (Carreño, min.75), Casado (Jarein,min.85), Germán.
Árbitro Yáñez Megías (Colegio andaluz). Tarjetas amarillas al local Alvaro; y a los visitantes José Carlos, Gorka, Lombera, Juaristi, Degre y Agirre.
Estadio Pitín (2.000 espectadores, de ellos 50 fueron alaveses).
san javier (murcia). Empate a cero para un Laudio que encara muy bien la eliminatoria decisiva por el ascenso a Segunda B. La ida se resumió ayer en 90 minutos de nervios, de excesivo respeto, un partido nulo donde las defensas se impusieron a las delanteras y los corsés tácticos hicieron que el cero a cero final se pudiera prever ya muy pronto, salvo algún chispazo aislado que al final no llegó. Las espadas siguen en alto entre dos equipos que tuvieron mucha prevención, resultando este partido un típico encuentro de ida con dos escuadras que siempre tuvieron en el pensamiento que restan 90 minutos en Ellakuri.
La primera parte estuvo muy igualada en cuanto al juego y las oportunidades de gol, que no fueron precisamente numerosas. Ya en el minuto cinco, el Laudio avisó de entrada cuando Oier probaba con un remate que Miguel Serna sacaba con la punta de los dedos. Fue la más clara ocasión del gol del Laudio en el primer periodo. La réplica del equipo marmenorense la daba Rafa Soriano, con un fuerte disparo que detenía con seguridad el cancerbero José Carlos. Estas dos primeras oportunidades parecían suponer un duelo de ida y vuelta, con los dos equipos volcados en la ofensiva, pero se trató de un espejismo.
Las dos estrategias defensivas se asentaron, el juego se desarrollaba en el centro del campo y el temor a un despiste o a un fallo que facilitara las cosas al ataque del adversario desembocó en una partida de ajedrez con muchos jugadores por detrás de la línea del esférico cuando cada uno de los conjuntos tenía la posesión. Los porteros pasaron pues a ser casi meros espectadores.
solidez visitante Pero el Mar Menor, obligado por su condición de local, puso un punto más de cocción en el asador. En el minuto 33 llegó una gran jugada de Emilio Rodríguez, el más incisivo de los murcianos, combinando con Antonio, pero el esférico acababa saliendo fuera por poco. De ahí hasta el descanso, la tónica de mucho equilibrio y juego en el centro del campo no varió, con las defensas muy atentas. La del Laudio, muy ordenada y uniforme, fortísima en lo físico, fue contundente y con mejor funcionamiento global que los jugadores de ataque, bien frenados por los locales.
En el segundo periodo, el Mar Menor salió más metido en el encuentro, con menos prevención cuando tenía la pelota y menos miedo a la hora de adelantar las líneas, mientras el equipo de Ramón Castelo se mantuvo atrás, bien ordenado y sin perder jamás el sitio y la concentración.
Rivera entró en los locales en busca de mayor proyección atacante en el juego entre líneas, buscando desbordar a la sólida defensa alavesa, pero los peligros del Mar Menor murieron en los tres cuartos de campo, o en algún intento lejano muy desviado. El primer aviso serio del conjunto de Pitín llegó en el minuto 71 de encuentro, un gran disparo de Álvaro que estuvo cerca de suponer el uno a cero. A medida que pasaron los minutos, y el reloj se acercó a las dos de la tarde, el calor también se erigió en protagonista. Más de treinta grados de temperatura que dificultaron a los dos equipos, ya que si el cuadro local pensó que el Laudio se podía fundir en Pitín, también al fútbol del Mar Menor le afectó la plancha de sol que cayó sin piedad sobre el rectángulo.
En los últimos minutos, cuando todo el mundo pensaba que el calor y el cansancio allanarían el camino a los locales, precisamente el Laudio comenzó a tocar mejor con un par de llegadas destacadas ante la portería marmenorense. En el minuto 80, Degre cabeceó un balón que obligó a Miguel Serna a realizar una gran intervención, en la mejor opción de los vascos.
Tres minutos más tarde, la respuesta murciana cuando Juanma obligó a José Carlos a realizar una gran intervención. Parecía que esos minutos finales podrían ser de ida y vuelta, pero aunque se apreciaron más huecos en las defensas, la falta de efectivos atacantes y de frescura en las ideas hizo que el partido derivara hacia ese cero a cero final. Resultado justo en Pitín y buenas perspectivas de cara al encuentro de vuelta que se celebrará casi seguro el próximo sábado, a partir de las 17.30 horas. El primer paso ya está dado, y ahora sólo resta remachar la faena en Ellakuri.