Alcorcón. Alcorcón y Girona empataron en el primer duelo de promoción por el ascenso a Primera (1-1), en un encuentro que dominaron los locales y que lograron igualar en la segunda mitad por medio de Miguélez después del tanto inicial, a los nueve minutos, de Moisés Hurtado. El que primero golpeó fue el conjunto catalán, que se puso por delante en el marcador a los nueve minutos con un tanto de Moisés Hurtado.
El Alcorcón dio mucho ritmo al choque, imprimió mucha velocidad al juego, pero estuvo muy impreciso en la circulación del balón durante los primeros minutos, lo que provocó que el Girona, en jugadas rápidas a la contra dirigidas por Bordás y Hurtado, creara mucho peligro sobre la meta de Manu Fernández.
El conjunto local dio síntomas de mejoría pasado el minuto treinta, cuando encadenó tres ocasiones muy claras. Esas acciones igualaron el encuentro, que pudo igualarse más cuando el lateral izquierdo francés del Alcorcón, Samuel Camille, remató de cabeza un centro por alto de Juli y el portero visitante Isaac Becerra rechazó el balón sobre la línea de gol con una estirada.
El Girona se mostró más cauto en su juego y no arriesgó tanto en las jugadas ofensivas, dejando muy desasistidos a sus hombres más adelantados.
El empuje del Alcorcón tuvo su recompensa en el minuto 63, cuando el delantero asturiano David Miguélez, que había entrado antes de acabar la primera mitad por Kike López, logró la igualada con un remate de cabeza ajustado al palo derecho de Isaac Becerra.
A partir de ese instante, el Alcorcón, espoleado por su afición, empezó a creer en la remontada y llevó las riendas del partido. Joan Francesc Ferrer, 'Rubi', técnico del Girona, se dio cuenta del bajón que estaba sufriendo su equipo y dio entrada al ariete navarro Ion Vélez, que no supuso el revulsivo esperado para su equipo.
Los últimos minutos fueron de dominio continúo del Alcorcón, que volcó todo su ataque sobre la banda izquierda comandada por Dani Nieto, que tuvo en el tiempo añadido una ocasión muy clara al rematar de cabeza un balón que despejó de nuevo sobre la línea de gol Becerra.
El Girona, que había renunciado al ataque, siguió sin arriesgar en jugadas a la contra en la recta final del duelo y se centró en no mostrar fisuras en defensa, impidiendo que el marcador se moviera.