vitoria. Lebron parece empeñado en demostrar que, al margen de un enorme jugador, es también un líder. La estrella de los Heat, que busca su segundo anillo consecutivo, trata de hacer ver que su juego puede servir para hacer mucho mejores a sus compañeros, y aunque en el primer partido de la eliminatoria final ante los Spurs su generosidad recibió como recompensa más críticas que alabanzas, en el segundo asalto, celebrado la madrugada del domingo al lunes, acabó por deparar una victoria incontestable para Miami.
Los Heat barrieron (103-84) a los Spurs en un American Airlines Arena al que la serie sólo volverá si Lebron, Wade y compañía consiguen sumar algún triunfo en los tres encuentros que se disputarán ahora en el AT&T Center de San Antonio. El equipo de Gregg Popovich, que se adelantó el jueves sacando chispas a su excepcional rendimiento colectivo, naufragó la madrugada de ayer a raíz de la excelente defensa que los interiores de Miami aplicaron al veterano Tim Duncan, que no pudo pasar de los 9 puntos.
Con Parker (13) y el outsider Danny Green (17) como principales referentes ofensivos los Spurs se deshicieron ante la intensidad física que aplicó al partido Miami, jugando al ritmo que imprimía un Lebron James que, al margen de 17 puntos, cifra muy discreta para él, capturó ocho rebotes, distribuyó siete asistencias, logró tres recuperaciones y colocó tres tapones, uno de ellos espectacular a un Tiago Splitter que trató de machacar el aro de los Heat y se topó con una fuerza de la naturaleza que lo retrató para los pósters.
El mal partido de Manu Ginóbili, otro de los grandes referentes del equipo tejano, también hizo mucho daño a unos Spurs que tratarán de hacerse fuertes en su cancha para recuperar la ventaja en la serie. "En la segunda parte simplemente pasaron por encima de nosotros", declaró Manu Ginóbili, que anotó sólo cinco puntos. "No movimos bien el balón durante todo el partido, y su presión fue determinante", añadió el argentino. Todo el mundo se ha empeñado en defender que, como equipo, los Spurs son más fuertes. Lebron parece empeñado en demostrar lo contrario. Y en esta versión también asusta y puede decidir partidos. El rey quiere ser generoso.