Barcelona. El defensa francés Eric Abidal se despidió ayer del FC Barcelona en una rueda de prensa en la que estaban todos sus compañeros; el presidente, Sandro Rosell; el entrenador, Tito Vilanova, y el secretario técnico, Andoni Zubizarreta, a quienes agradeció "estos años", y lamentó no poder seguir jugando más en el equipo catalán. "Me hubiese gustado seguir en el Barça, pero el club lo ve diferente y hay que respetarlo", ha subrayado un emocionado Abidal, quien no ha conseguido en los últimos meses arrancar una renovación del Barcelona, después de que en los últimos años haya perdido el que cree la entidad nivel Barça para continuar jugando en el equipo que entrena Tito Vilanova.

"Quiero seguir jugando dos años más. No tengo ofertas. Tengo tiempo para pensarlo. Lo más importante será el último partido y a ver si el míster me pone para jugar unos minutos este sábado (contra el Málaga)", añadió ante los medios y sus compañeros, en el nuevo espacio del Camp Nou denominado Auditori 1899. A pesar de este adiós, el Barcelona le ha propuesto para el cargo de director técnico de todas las escuelas mundiales de la entidad cuando acabe su carrera deportiva, ya que a pesar de que no dispone de ninguna oferta, él desea seguir jugando, en su país o en otro.

Abidal pone fin a seis años con el Barça, donde ha ganado cuatro Ligas, dos Champions, dos Mundiales de clubes y dos Copas del Rey, además de las tres Ligas que ya obtuvo en el Olympique de Lyon. Erigido en el lateral zurdo titular del Barça, un mazazo en lo personal como fue la detección de un tumor en el hígado, del que se recuperó favorablemente, acabó siendo un revés muy duro cuando, un año después, el Barça volvió a informar de que el tumor se le había reproducido y que, además, debía someterse a un trasplante hepático.

Después de un largo año de lucha, Abidal regresó al campo de entrenamiento y a jugar con sus compañeros, pero para entonces, con el contrato a punto de caducar este 30 de junio, el Barça ha considerado que el jugador, que cumplirá 34 años en septiembre, ya no tiene el nivel para rendir como antes de su enfermedad. Después de tratar la continuidad con el club, finalmente el jugador se ha resignado a aceptar que el Barça le haya abierto la puerta y a seguir su camino en otra entidad, pero con el compromiso que ha adquirido el club de reclutarlo cuando cuelgue las botas. "Es un día complicado para mí. Han sido seis años, la experiencia más intensa de mi vida. La suerte que he tenido por contar con compañeros maravillosos, los mejores del mundo. He aprendido mucho. Gracias a los entrenadores, que han tenido confianza. A los doctores y fisioterapeutas, que me ayudaron mucho durante los momentos difíciles, sobre todo al doctor Medina. A mi primo, mujer y niñas", señaló.