Pamplona. Una vez finalizado el duelo en el Labrit entre Abel Barriola y Julen Retegi, el grito desgarrador de una remontada recorrió las gradas. Un escalofrío, la columna. Las manos del delantero de Eratsun habían dicho basta cuando iba doblegando al leitzarra, un veterano en esas lides. 10-20 en el luminoso y la esperanza del joven en un cambio de tercio en sus encuentros. Pero se le rompió el sueño y la mano a Julen y Abel, renqueante, también con problemas, se agarró a la épica para seguir pegando y pegando, sin ceder en el impulso de querer entrar en cuartos de final. Aimar Olaizola esperaba bajo el quicio de la siguiente puerta. El campeón. Abel se fastidió la diestra en el intento. "He estado todo el día pendiente de la mano. Contra Retegi acabé muy mal de las manos y me ha costado recuperarme, pero llego al sábado bien después de muchos masajes, frío, calor y todas estas cosas que se hacen en la pelota", analiza el de Leitza, quien añade que "todos los pelotaris queremos estar arriba y para mí llegar a cuartos es estarlo. Estoy satisfecho con mi campeonato, el trabajo de aquí en adelante va a ser de poco frontón y poco físico. He recuperado bien la mano y estoy satisfecho con el material, porque he encontrado lo que quería, así que de momento todo bien".

Nacieron en aquel partido en Iruñea contra el de Eratsun los cimientos de la esperanza de Abel, que se quedaron varados con las molestias en su derecha. Algo circunstancial. "Afronto el partido siendo realista, sabiendo que es complicado. Tengo pocas opciones de poder ganar a Aimar porque es el vigente campeón y todos sabemos la calidad que tiene, pero no voy a empezar llorando. Esto es lo que hay, todos deseamos jugar contra pelotaris como Aimar y lo que quiero es disfrutar del momento. Para mí, el partido del sábado va a ser un premio y voy a ir a por todas. Mi esperanza es que en el deporte siempre hay sorpresas, días especiales, y me agarro a que el sábado pueda ser uno de esos días", cuenta Barriola. Cree en sus opciones el de Leitza, pero ante él se erige un tótem: el campeón, a quien le ha venido de perlas el retraso de una semana porque andaba "congestionado". "Mis opciones pasan por sacar casi perfecto, rematar casi perfecto, hacer todo muy bien y apenas cometer errores. Y además de eso no dejarle jugar, así que tengo que hacer muchas cosas difíciles, pero llego con ganas y mucha ilusión", remata.

Por su parte, el delantero de Goizueta afirma que "en los entrenamientos no me he encontrado muy a gusto, pero los partidos son distintos. Tienes que cambiar todo. Se me hace duro y difícil restar, pelotear de atrás, pero lo que vale es jugar bien". Además, deja una puerta abierta a otro aplazamiento: "Este tipo de partidos siempre se juegan cada 15 días y yo no he sido quien ha pedido el aplazamiento".