REDACCIÓN DEPORTES. Es la cuarta victoria para el ciclista de la Isla de Man al término de una jornada interminable, la más larga de la presente edición, donde volvió a dar una exhibición, esta vez por delante del italiano Giacomo Nizzolo (Radioshack) y del esloveno Lula Mezgec, del Argos, tras más de 6 horas encima de la bicicleta.

Una etapa de transición que comenzó con las bajas de nombres ilustres, el canadiense Ryder Hesjedal (Garmin), defensor del título; el británico Bradley Wiggins (Sky), ambos enfermos, y el francés Nacer Bouhanni (Francaise).

Favoritos que han sucumbido al Giro, que mantiene al ídolo local Vincenzo Nibali como gran favorito ante la llegada de las grandes etapas de montaña. El "Tiburón de Mesina" mantuvo sin dificultades las diferencias de 41 segundos y 2.04 minutos sobre el australiano Cadel Evans (BMC) y el colombiano Rigoberto Urán, éste último con los galones de la escuadra inglesa y dispuesto a pelear por todo en las montañas.

Pronto, kilómetro 25, se formó la escapada con 7 corredores, entre ellos el veterano español Pablo Lastras (Movistar), quien fue el último superviviente de la aventura antes de que el pelotón le alcanzase a 13 de meta. El grupo llegó a tener más de 13 minutos de renta, pero los equipos de los esprinters reaccionaron a tiempo.

Las tres pequeñas ascensiones del tramo final apenas alteraron al pelotón. Tan solo hubo un intento postrero de un grupo de 7 corredores con Azanza (Euskaltel) y Herrada (Movistar) en el intento.

Se despegó el italiano Giampaolo Caruso (Katusha), pero entonces el Omega de Cavendish y los inquietos corredores del Vini Fantini dejaron claro que el desenlace sería al esprint.

El Cannondale trató de colocar a Viviani, pero Cavendish, primero agazapado, salió como una bala para alzar los brazos de nuevo. Imparable "Cav", que ahora deberá sufrir en las jornadas de montaña que se avecinan, con el Galibier el domingo.

La decimocuarta etapa se disputa mañana entre Cervere y Jafferau, de alta montaña y un recorrido de 156 kilómetros.