el entorno alavesista, desde los directivos hasta los simples seguidores, se movilizó ayer en el encuentro ante el Tudelano en que esperaba alcanzar el primer gran objetivo de la temporada que no era otro que quedar campeón del grupo. El Consejo había establecido que los abonados adultos pudieran adquirir dos entradas, de la misma categoría, al precio de diez euros, mientras que los niños hasta 14 años tendrían acceso gratuito al estadio si acudían ataviados con algún motivo albiazul. También los no abonados podían obtener dos entradas de la misma grada por el precio de una. Por este motivo, se alcanzó la cifra de 12.000 espectadores que es récord de asistencia este curso liguero. Se había creado el ambiente de los grandes encuentros, de esos que hace tiempo no se jugaban por aquí.

Con el objetivo de tener todo listo para el trascendental comienzo de las eliminatorias el próximo 26, se llevó a cabo ayer el ensayo general bajo un ambiente espectacular en las gradas. En el transcurso de la temporada, fase preparatoria de la representación, el Alavés ha estado confeccionando el montaje de la función, cual de una obra de teatro se tratara, antes de ofrecerlo al público. En esta fase se han ido ajustando los aspectos técnicos, físicos, estratégicos y tácticos hasta la perfecta sincronización. Las pruebas culminaron ayer con la ejecución del espectáculo tal como se realizará el día del estreno.

Con las gradas llenas, con ciertos nervios por la obligación de ganar (en el caso de ayer también había una segunda oportunidad) y con un equipo rival que se hizo dueño del ritmo del encuentro desde el primer minuto pero, aunque puso en serios aprietos en varias fases, no acertaron con la portería a pesar de los muchos errores que concedieron los albiazules, que bien les pudo costar algún gol.

El encuentro de ayer no fue más que un ensayo, un ensayo general si se quiere, del posterior y definitivo asalto al ascenso. Como todo ensayo general, y máxime si ha sido montado con todo detalle por unos y otros, la prueba ha puesto de manifiesto ciertos desajustes que es preciso subrayar. Esa obstinación a que el rival domine el encuentro, a que ponga más intensidad en la presión, a que estén más vivos de salida, en definitiva, a que el Alavés conceda todo el primer periodo no es de recibo; porque si hay enfrente un rival de mayor entidad, como presumiblemente habrá el día del estreno, el resultado bien podía haber sido otro.

Se acabó, en cuanto a competición liguera regular se refiere, la temporada en Mendizorroza y lo hizo de la mejor manera posible. A pesar de la excepcional campaña realizada por el equipo, no han hecho más que cumplir con su obligación. No era más que lo que se esperaba de ellos. El Alavés es un equipo grande y la exigencia también. En esta categoría tiene que estar siempre peleando por lo máximo. Un deber que otros, no hay que mirar muy atrás, y posiblemente con mejores jugadores, no se acercaron ni por asomo. No llegaron ni al ensayo general.