Margherita di Savoia. En el Giro no existen jornadas plácidas. Tras un comienzo plagado de caídas y escaramuzas entre los favoritos, el Giro afrontaba una sexta etapa que se presumía tranquila. Con un perfil plano, era la jornada perfecta para que los grandes velocistas se disputasen el triunfo en los últimos metros. Hasta entonces, no había por qué preocuparse por nada. Sin embargo, el pelotón volvió a ser víctima del infortunio. Una caída a falta de 32 kilómetros de la llegada cortó la carrera y le inyectó emoción. Finalmente nadie salió mal parado y la etapa se decidió al sprint, como todos querían. Ahí, quien no perdonó fue Mark Cavendish, que suma ya dos victorias en la presente edición del Giro.

La etapa se animó desde el inicio por la escapada de los australianos Wurf, del Cannondale, y Bobridge, del Blanco. Pero el pelotón no estaba por la labor de renunciar a un sprint tan fácilmente, por lo que se les dio caza antes de afrontar el último tercio del trazado. Minutos después de absorber a los fugados, el pelotón reventó en mil pedazos a causa de una caída múltiple. A consecuencia de ella, hombres como Bradley Wiggins y Vincenzo Nibali quedaron cortados y tuvieron que trabajar apurados durante unos kilómetros para alcanzar a una cincuentena de corredores que no habían sido afectados por la caída.

El Sky tomó el control del pelotón una vez que fue unificado y solo lo soltó para que los equipos de los velocistas lanzasen a su hombres. Mark Cavendish no tuvo rival y sumó su segundo triunfo de etapa en el presente Giro. En el podio rindió un sencillo homenaje a Wouter Weylandt, fallecido justo dos años antes en el Giro de 2011.

Los nervios aflorarán de nuevo hoy. En la víspera de la contrarreloj en la que Bradley Wiggins quiere dar el primer golpe, alguno tal vez intente hacerle cosquillas al pistard británico. Si el miércoles el líder del Sky se mostró muy conservador en el último descenso, hoy tal vez tenga que arriesgar más en la multitud de ascensiones y descensos que copan esta etapa de media montaña, de 177 kilómetros, entre Marina di San Salvo y Pescara.

intxausti, satisfecho Beñat Intxausti conserva su tercer puesto de la general. "De momento no podemos quejarnos de cómo nos están saliendo las cosas", asegura tras terminar la sexta etapa, "he estado ahí delante, esquivando las caídas". Intxausti espera poder completar mañana una buena contrarreloj, aunque sabe que el líder del Sky es el gran favorito: "Sabemos que Wiggins es el favorito número uno porque la distancia y el recorrido le vienen fenomenal. Nibali o Evans también estarán ahí y, personalmente, tengo un poco de incertidumbre porque nunca he hecho una crono tan larga. Algo más cortas sí que se me han dado bien, pero en cualquier caso, la afrontaré con confianza y muchas ganas. Cuanto más dura sea, mejor para mí".