vigo. Vigueses y maños cruzaban ayer sus espadas acuciados por la necesidad y fueron los locales los que se llevaron el botín, tres puntos que son oro a estas alturas. El Celta supo sobreponerse al gol maño, que llegó tras un testarazo de Sapunaru, y vio recompensado su fútbol antes del descanso: gol de Alex López. A partir de ahí, agonía para ambos por un empate que no servía a ninguno. La fe de los gallegos, que llevaron el peso del partido, se vio recompensada con el gol de Bermejo en el minuto 93. Foto: efe
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