Los récords, las gestas, adquieren trascendencia con el discurrir del tiempo, cuando los años establecen una medida. Así se sabe del calado, se da cuenta de la magnitud de los hechos. Para el Athletic, pertenecer junto a Barcelona y Real Madrid a la máxima categoría durante cada uno de sus años de existencia es un orgullo, pues cada día, cada temporada, cobra excepcionalidad. Es así porque se agotan cursos y el plantel bilbaino brinda un continuismo que se va extinguiendo para otras parroquias. Esta campaña dos ilustres del fútbol pueden agotar la condición que ostentan los leones. En el caso de uno de ellos no es matemáticamente confirmado pero es más que probable, sucede con Independiente de Avellaneda, el único club de Argentina junto a Boca Juniors que no ha conocido el descenso a las catacumbas. El otro caso, ya certificado, es el griego AEK de Atenas.

Independiente, fundado en 1904, es el único club argentino centenario que siempre ha jugado en Primera. En su cruda actualidad, este equipo poseedor de la tercera hinchada más numerosa del país de la plata, necesita algo así como el toque de una mano divina para salvarse de la quema. Para empezar, los diablos rojos no dependen de sí mismos para salir del abismo. Y en caso de que fuera así, Independiente, tercero por la cola marcando el descenso en la Primera argentina, acercaría la salvación rondando los 150 puntos acumulados en las tres últimas temporadas (es el ciclo que fija un coeficiente que es el que determina el descenso en Argentina), pero con 9 jornadas por disputar, posee 116. Solo el desastre en casa ajena acompasado por su plenitud podría salvar a este histórico en decrépito, Rey de Copas le apodan, con 14 Ligas, 2 Intercontinentales, 7 Libertadores... Una colección de 16 títulos internacionales oficiales para la Conmebol (Confederación de Fútbol Suramericano), lo que le postula como uno de los equipos más ganadores del mundo.

La entidad roja ha sido hogar para figuras totémicas como el paraguayo Arsenio Erico, jugador de la década los 30 y 40 considerado el mejor de todos los tiempos de su país y máximo goleador del fútbol argentino con 295 dianas; o Ricardo Bochini, el futbolista (no portero) con el mayor número de partidos disputados, así como jugados en un único club, en Argentina (638); incluso el Kun Agüero, que creció en El Rojo desde los 9 años, figura en sus anales curiosamente como el debutante más joven de Primera desplazando a Maradona. Una gloriosa anécdota de Independiente que ilustra su estatus se fraguó cuando en 1953 derrotó por 0-6 en Chamartín al rimbombante Real Madrid de Di Stéfano. Nunca nadie más ha vuelto a profanar con tanta saña el feudo blanco.

Para más inri, el técnico recién convencido para el banquillo (tras tres rechazos), Miguel Brindisi, no inició su antojo de salvamento con los mejores augurios, siendo atracado en directo cuando concedía una entrevista con motivo de su llegada.

Según la web transfermarkt.com, solo un jugador de la plantilla roja (Julián Velázquez) supera un valor de mercado de 3 millones de euros, mientras que, por ejemplo, el colista de la Liga española, el Celta, alberga a media docena que alcanza dicha cifra. Asimismo, 13 componentes de El Rojo poseen 30 o más años. Un panorama poco alentador.

El AEK de Atenas, ganador de 11 Ligas, 14 Copas y 2 Supercopas griegas..., hasta 29 títulos oficiales, se mecía en la cuerda floja ante la necesidad de ganar en la anteúltima jornada de liga frente al Panathinaikos (equipo que no descendido nunca en Grecia junto ahora PAOK y Olympiacos), pero se marcó en propia meta el 0-1 en el minuto 87 y la hinchada local se echó a la violencia. Invadió el campo para perseguir a los suyos. El colegiado suspendió el partido y el comité disciplinario penó al AEK con un 0-3 que dejaba al equipo sin opciones de salvación de cara al último partido de la temporada. Es anteúltimo en la Super Liga tras 29 jornadas, con 8 victorias, 6 empates y 15 derrotas. Creado en 1924 por refugiados griegos, el AEK dice adiós tras 89 años como inquilino de la élite, y aunque tendrá oportunidad de presentar una apelación contra la sentencia del comité, por de pronto jugará en segunda. El jugador de más valor en la relación de transfermakt.com en su caso es Giorgos Katidis (1 millón), sí el del escándalo por la celebración de un gol con el saludo nazi y suspendido de por vida de la selección griega por la Federación de su país. Si bien, lo peor para el AEK puede no ser el descenso en sí mismo, sino su situación económica. El club ateniense posee una galopante deuda de unos 170 millones de euros que puede desembocar en la extinción y a su presidente en libertad bajo fianza. Casos estos que no hacen si no cosechar méritos para la condición del Athletic, cada vez más distinguido.