Veteranía y bisoñez

Las cifras explican esta curiosa mezcla en cada una de las parejas finalistas. Irujo acumula casi una década como profesional (el próximo mes de junio se cumplen tres años desde su debut) y ha disputado ya cuatro finales del Parejas (ganó el torneo en 2005, 2006 y 2009 y fue subcampeón en 2004), mientras que su zaguero, Zabaleta, diez años menor Irujo, solo cuenta con algo más de un par de años como profesional y se preparar para disputar la final del Parejas en su primera participación en el torneo.

Algo similar, pero menos exagerado, les ocurre a Berasaluze II y Albisu. El delantero de Berriz dio sus primeros pelotazos como profesional cuando su actual zaguero no había cumplido todavía ocho años y, aunque solo ha jugado una final del Parejas (en 1999, cuando las empresas organizaron dos torneos paralelos por no alcanzar un entendimiento entre ellas a la hora de preparar un campeonato conjunto), lo cierto es que acumula un montón de intervenciones en el Parejas. En cambio, Albisu está completando en 2013 su segunda participación en el Parejas y ya ha mejorado su registro de la pasada edición. Entonces, también con Pablo Berasaluze como delantero, alcanzó las semifinales. Ahora las ha superado y aspira a calarse la txapela. Y con solo 22 años.

En definitiva, que la final del próximo 28 de abril supondrá el regreso de Irujo a la final del Parejas (no llegaba desde hace cuatro años, cuando salió campeón con Fernando Goñi), la segunda final de Pablo Berasaluze (perdió la que jugó en 1999 en la que cada empresa organizó su propio torneo) y la primera para dos zagueros que el pasado sábado demostraron ser dos de los más grandes pegadores del cuadro profesional. Pelotaris con un buen presente y un futuro mejor.