madrid. El héroe se ha hecho otra vez mito, el superhombre regresa a una de las catedrales del golf mundial, el Augusta National, encumbrado, con noviazgo mediático (Lindsey Vonn), con amnesia del pasado turbulento y aparentemente intacto: Tiger Woods es primera referencia del Masters, el primer Grande de la temporada.

La presencia de Tiger ha devorado al propio Masters. Como antaño. Como vaticinó Jack Nicklaus, el hombre que más Grandes acumula (18), cuando jugó una ronda de prácticas con un Tiger de 19 años y aún amateur. "Este tipo ganará más de diez Masters", le dijo Jack a Arnold Palmer, los golfistas que suman diez entre ambos.

De momento, el fenómeno ahora de 37 años lleva cuatro, menos de la tercera parte de sus títulos de Grand Slam, que son catorce. Pero Tiger sale lanzado a por su quinta Chaqueta Verde. El decimoquinto Grande también sobrevuela el torneo.

Ni siquiera el acceso por primera vez en el listado de socios a dos mujeres, Condoleezza Rice y la financiera Darla Moore, o la presencia de un chaval de 14 años chino, Tianlang Guan, quien se convierte en el ser humano más joven en jugar este torneo (arrastrará tras de sí a cientos de millones de telespectadores del país asiático) pueden con el halo mediático de Tiger Woods.