trapaga. Se ha acabado la cuenta atrás. La Vuelta arranca hoy en Elgoibar y Euskaltel-Euskadi quiere demostrar quién es el que manda por estos lares. Esta temporada es el punto de partida de un nuevo proyecto naranja. La llegada de ciclistas extranjeros al equipo hace que la afición vigile con lupa el rendimiento del grupo liderado por Igor González de Galdeano. Si correr en casa te obliga a hacer un buen papel, este año la presión se acentúa aún más. A pesar de haber entrado en una nueva era, Euskaltel presenta hoy un equipo con ocho corredores de la casa, tal vez para recordar a su afición que se mantiene la esencia, que gracias a los recién llegados del extranjero el equipo puede estar en la élite, colocando a los Samuel Sánchez , los Izagirre y demás junto a las grandes estrellas del ciclismo mundial, los Contador, Gilbert, Porte... Ayer, el equipo naranja examinaba La Lejana, la ascensión que pondrá fin a la tercera etapa y que seguramente sirva para abrir la batalla entre los favoritos. La única etapa con final en suelo vizcaino despierta la ambición de Igor Antón. El de Galdakao afila las uñas. Sabe que él es uno de los corredores llamados a defender el territorio de Euskaltel.

El sábado se dejó ver en Estella. El trabajo de sus compañeros le sirvió para terminar segundo en el Gran Premio Miguel Indurain. Dice no estar a tope físicamente, pero sí en un buen momento anímico: "Llego con mis pequeñas dudas. No he llegado a estar al 100%, pero lo del sábado sí que me dio mucha moral. En la Vuelta al País Vasco hay que estar al 100% para poder ver carrera y, de ahí para arriba, para poder ganar. Voy con ganas pero con los pies en el suelo porque la carrera es muy exigente". Reconoce que la ronda vasca "nunca se me ha dado bien del todo" pero quiere apurar sus posibilidades en la etapa vizcaina y en la de Arrate.

Como buen vizcaino, Antón ya había pisado La Lejana como aficionado. "En 2000 ganó Di Luca y estuve viéndolo aquí mismo", explica a pocos metros de donde el miércoles estará colocada la meta, "veía cómo se retorcían los corredores, llegaban dando chepazos y es una etapa que me encanta. La veo y me gusta porque tiene mucha rampa. Ahora tengo que hacerlo bien, tengo que estar bien". Para él, ganar en Trapaga "sería algo grandísimo". De hecho, ve más favorable el trazado de esa etapa que la que termina en el alto guipuzcoano: "Me gusta más esta etapa que la de Arrate, pero aquella es algo que tengo pendiente. Hubo un año que la perdí por los pelos. Se me escapó esa subida y ahora tengo ganas de resarcirme allí".

dar el callo Euskaltel se planta en la Vuelta al País Vasco con Samuel Sánchez, pero el asturiano, como señala Antón, "viene pensando en el Giro". Por lo tanto, la pelea por la general parece un objetivo muy difícil. El equipo naranja buscará el protagonismo de otra manera: "Buscamos ser agresivos en carrera. Lo que tiene que hacer el equipo es dejarse ver, dar buena imagen y, sobre todo, buscar una etapa. La general es complicada, porque todavía Samuel no llega al 100% y nosotros tenemos que ver la participación, que es grandísima. Hacer una buena Vuelta al País Vasco pasa por estar presente en las escapadas, estar en las pelea y buscar los puestos cabeceros".

Para Antón, el hecho de que Euskaltel haya realizado un cambio en su filosofía no supone aumentar la presión de cara al aficionado: "Hay que dar el callo todos los años, no es algo nuevo. Este año no es especial en ese aspecto. Siempre nos cuesta lo mismo empezar ganando, pero va a llegar tarde o temprano. Hay corredores muy buenos en el equipo. La temporada acaba de empezar, hay algunos que llevan pocos días de carrera y todavía tienen que aparecer de aquí en adelante". Sin la sensación de tener que demostrar algo más por la llegada de los extranjeros, Igor sí admite que esta temporada resulta novedosa en otros aspectos: "Hemos tenido caras nuevas que no esperábamos y que nos dan otro aire fresco. Nos enseñan cosas que nos hacen salir de esa burbuja en la que estábamos siempre los euskaldunes. Pero no deja de ser la misma esencia del equipo".

La suerte que Euskaltel corra en la Vuelta al País Vasco condicionará el resto de su temporada. "Sin duda, si lo hacemos bien, nos quita mucha presión" confiesa el ciclista vizcaino, "también de cara al aficionado. Hay que tener tranquilidad y paciencia. Se va a buscar hacerlo lo mejor posible. Hay que ser muy agresivos en carrera, aunque luego no se consiga la victoria de etapa. Hay que dejar un buen sabor de boca". Y ahí entra Antón en juego. Un día se vio en lo más alto y está dispuesto a poner todo de su parte para que esta Vuelta sea el comienzo de otra etapa exitosa: "No sé si está por ver el mejor Igor Antón, pero espero que cuando esté realmente bien, en lo que yo creo que es una buena versión mía, vuelva a tener esas piernas y esa sensación que todos los corredores buscamos. El año pasado no llegue a tenerla, pero estoy convencido de que puedo volver a tener esos días buenos de gloria".