Madrid. La abogada del Estado, Luisa Pedreño, enumeró en su informe de conclusiones en el juicio de la Operación Puerto las "grandes mentiras de Eufemiano Fuentes" y de otros acusados, con la conclusión de que el fin último de todos ellos era "hacer trampas en el deporte aumentando el rendimiento". Las grandes mentiras de Eufemiano Fuentes según la abogada del Estado, Luisa Pedreño, son las siguientes.
Sobre la deuda de 60.000 euros de Manolo Saiz con Eufemiano. El director deportivo dijo que asumió personalmente una deuda de los tiempos de la ONCE. "¿Por qué no ha venido nadie de la ONCE a ratificarlo? No se nos muestran pruebas de la deuda de la ONCE porque realmente no existe".
Eufemiano afirmó que las maletas repletas de medicamentos encontradas en el registro del piso de Alonso Cano pertenecían al fallecido Alberto León. "Echó la culpa al muerto", se desprendió de las palabras de la abogada del Estado. "Qué casualidad que el responsable de las maletas fuese el fallecido. En su declaración anterior, con León en vida, Fuentes señaló que las maletas contenían medicamentos para "uso personal y de la familia"
Eufemiano dijo que hacía las extracciones a deportistas con alto nivel de hematocrito. "En los papeles incautados no se demuestra que existan hematocritos elevados entre sus pacientes, y además solo la existencia de un hematocrito alto no justifica la aplicación del tratamiento habitual del médico".
Fuentes hacía analíticas antes de las extracciones y reinfusiones. "No se hacían analíticas, no es cierto como ratificaron en sus declaraciones Jorg Jaschke y Tyler Hamilton".
Fuentes dijo que no sabía que el glicerol, conservante de la sangre, era un producto únicamente de uso hospitalario. A Merino Batres le preguntó cómo conseguir glicerol y le planteó fabricarlo ellos mismos. A su colega alemán Markus Choina también le plantea cómo adquirirla.
Los ciclistas no estaban en carrera cuando les hacían las extracciones o reinfusiones. "Jaschke dijo que realizó tales prácticas en pleno Tour 2005, a Manzano en la Vuelta 2003 y a Hamilton en el Tour 2004".
Fuentes usaba motes por temor a la prensa "No hay pruebas para demostrar tal afirmación. Eufemiano sospechaba que su teléfono estaba intervenido. Algún acusado dijo que lo hacía para mantenerse en la clandestinidad, ya que la actividad que desarrollaba era ilegal.
Fuentes aseguró conocer la identidad de todos los pacientes. "Merino Batres reconoció que hizo extracciones a deportistas de elite sin conocer sus nombres, pero más tarde declaró que cada persona era identificada con un número y una fecha, y que conocía a algunos".
Fuentes habló de la conservación de la sangre congelada "para otras utilidades", como por ejemplo un accidente. "El perito aportado por la propia defensa, Rico Revuelta, afirmó que algunas altas autoridades conservaban la sangre congelada para casos de accidentes o atentados, pero sin tener constancia de ello, por lo que solo especuló"
Fuentes dijo que informaba a sus clientes sobre los riesgos de sus prácticas. "Nunca se ha encontrado un consentimiento por escrito ni un solo permiso".
Las bolsas de sangre fueron dañadas por la Guardia Civil en el traslado tras su incautación. "Las bolsas fueron trasladadas con nieve carbónica, que es el método adecuado. Las remitidas a Barcelona llegaron en buen estado".
Eufemiano dijo que nunca puso en peligro la salud de los deportistas. "Los peritos han dicho que incumplir las normas entraña un riesgo, y el de la defensa aseguró que se incumplieron normas médicas".
Que estas practicas velan por la salud del deportista. "Solo se justifican para aumentar el rendimiento de los deportistas y lo hacen manipulando el hematocrito".
La fiscal del juicio, Rosa Calero, describió a Fuentes como "el alma y el ideólogo" de un entramado "fraudulento y punible", cuyo objetivo era aumentar el rendimiento en el deportista a cambio de beneficios económicos
Las defensas de los cinco acusados solicitaron la absolución. Los procesados se enfrentan a dos años y medio de prisión por un delito contra la salud pública.