El Deportivo y el Celta, últimos clasificados de la Liga BBVA, afrontan hoy en Riazor un duelo fratricida, que para los coruñeses es la última oportunidad para engancharse a la lucha por la permanencia y que da a los vigueses la posibilidad de acostarse fuera de los puestos de descenso. Para el Deportivo es un encuentro vital y todo lo que no sea ganar dejaría en una situación irreversible a un enfermo que, como dijo su técnico está en la UCI.