eibar. Un pelotazo poderoso de Jon Ander Albisu sirvió para que el zaguero de Ataun y su delantero, Pablo Berasaluze, sigan con opciones de alcanzar la liguilla de semifinales del Campeonato de Parejas de la LEP.M. Con el último golpeo, el guipuzcoano arregló su pésimo partido, en el que acumuló una docena de errores, lastre que casi le cuesta la derrota. Más vale que su compañero tuvo tino en el remate y es que las acciones del berriztarra se convirtieron en lo único rescatable de un raro partido.

Cada partido en el que juegan Berasaluze VII y Albisu, se repite más o menos la misma historia. Al menos, en los últimos compromisos de vizcaíno y guipuzcoano. El zaguero de Ataun acumula siempre una cifra indecente de fallos y la resolución de sus partidos queda a expensas de la regularidad de sus rivales o de la inspiración del delantero de Berriz. Ayer ocurrió así, aunque Albisu, después de fallar otra vez más de la cuenta, conectó el pelotazo definitivo con una mezcla de poderío y fortuna que acabó muy cerca de las sillas donde los pelotaris descansan, ubicación desde a la que Zabaleta le fue imposible devolver el envío.

Albisu no estuvo bien, pero sus rivales tampoco hicieron un buen partido. A Irujo se le notó demasiado frío en el remate, superado casi siempre por Berasaluze VIII, y tuvo que apostar en muchas ocasiones por enviar pelotazos atrás. Tampoco fue la mejor tarde de Zabaleta. Apenas cometió errores (solo dos), pero dejó de restar cuatro saques en el ancho, un defecto que sus rivales ya detectaron en otros compromisos y que deberá corregir si pretende hacer algo sonado en la liguilla de semifinales.

En resumen, Berasaluze VIII fue el pelotari más destacado del partido, pese a que una falta de saque (del 17-15 al 17-16) pudo costarle muy cara. Pero lo arregló con el apoyo final de un Albisu tremendamente irregular.