berlín. El Borussia Dortmund llega al partido de vuelta contra el Shakhtar Donetsk consciente de que, tras despedirse de la Copa de Alemania y con el Bayern 17 puntos por encima en la Bundesliga, la Liga de Campeones es la única competición en la que todavía se está jugando algo. Tras el 2-2 de la ida a domicilio, las posibilidades de alcanzar los cuartos de final con el respaldo de su público son altas. Y con la victoria el sábado en la Bundesliga ante el Hannover por 3-1 el equipo de Jürgen Klopp pareció dejar atrás la frustración por la eliminación de la Copa a manos del Bayern.
En ese duelo Klopp se permitió reservar algunos jugadores importantes. El lateral derecho Lukasz Piszcsek no jugó, mientras que Marco Reus y Mario Götze estuvieron en el campo 45 minutos cada uno. Sin embargo, los jugadores saben que el rival no será fácil y que se requiere plena concentración en los noventa minutos del compromiso. "El punto de partida es bueno y tenemos el respaldo de nuestro público. Pero tenemos que estar los 90 minutos más concentrados que lo que hemos estado en algunos partidos", dijo el lateral izquierdo Marcel Schmelzer.
El Shakhtar Donetsk apostará el todo por el todo en un intento de darle la vuelta a la eliminatoria en el infierno alemán. Los mineros ya tienen prácticamente la liga ucraniana en el bolsillo, por lo que no escatimarán esfuerzos para hacer realidad el sueño de su directiva, que es convertir al club en el Chelsea de Europa del Este. El empate a dos goles no deja otra alternativa a los ucranianos que ir a por la victoria, más aún cuando el Shakhtar se ha mostrado esta temporada como un equipo temible fuera de casa.