Barcelona. El centrocampista del Barcelona Andrés Iniesta reconoció que el vestuario está "muy jodido" tras la derrota ante el Real Madrid en semifinales de Copa, que calificó de "golpe muy duro". "Quedar eliminados a las puertas de una final es un golpe muy duro, jugábamos en casa, teníamos la opción de poder ganar, pero nos superaron y estamos fastidiados por no estar en otra final", explicó.
Por ello, el jugador insistió en que el equipo debe ahora centrarse en la "nueva batalla" del sábado en Liga ante el Madrid y en "corregir los errores hechos en San Siro para dar la vuelta a la eliminatoria" ante el Milan, un "partido crucial, una final en la que se deberá salir desde el minuto uno como si nos fuera la vida". "Nuestra mentalidad no va a cambiar por lo que pasó. No es que no se supiese competir, pero cuando las cosas no salen bien es que hay algo que falla. No podemos caer en el error de que todo viene de fuera".
Así, negó que el equipo "se haya dejado ir": "Eso no pasará nunca. Los rivales nos han superado y lo tenemos que aceptar así, pero el mensaje debe ser optimista. Pongo la mano en el fuego por que pasaremos". Pero en todo caso ha negado que se estén repitiendo vicios de la última temporada de Frank Rijkaard, antes de la llegada de Pep Guardiola, sino que se trata únicamente de que "en los partidos claves ha faltado finura y frescura".