El asistente técnico azulgrana, Jordi Roura, recordó ayer que el Barcelona aún tiene "en la memoria la permisividad" del árbitro Undiano Mallenco en la final de Copa del Rey de 2011 ante el Madrid, el mismo colegiado que hoy arbitrará el clásico en semifinales. "En principio el árbitro es el que es, la designación es la que es, no entraremos a valorar si árbitro es muy malo o no. Lo que es una evidencia es que, con este árbitro, nuestros números son bastante más malos que con otros y nuestros porcentajes bajan mucho", reveló. José Mourinho respondió minutos después al ayudante de Vilanova, afirmando que "en el pasado daban lecciones de deportividad". Fue la única respuesta argumentada de un portugués con pocas ganas de hablar. El técnico madridista conocía las declaraciones de Roura, que habló de árbitros y de la "permisividad" del colegiado que dirigirá el encuentro en el Camp Nou, y respondió recordando aspectos del pasado. "Prefiero quedarme con las lecciones que hemos recibido en el pasado del Barcelona, lecciones de deportividad, de cómo estar en el fútbol sin hablar ni presionar a árbitros, no rodearlos durante el partido, no simular buscando tarjetas para los adversarios", manifestó.
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