vitoria. Las últimas semanas se han convertido en un auténtico via crucis para Luismi García. El mediapunta albiazul continúa apartado del grupo atenazado por una lesión que desde hace días ha focalizado los principales quebraderos de cabeza tanto para él como para los servicios médicos del Alavés. Lo que en su momento parecían unas simples molestias musculares en el gemelo han devenido en lo que, según el último diagnóstico, parece ser un problema vascular.

Un giro de guión que perpetúa la intranquilidad en el seno de la entidad vitoriana, que ha decidido acudir a especialistas externos en este tipo de dolencias para valorar el alcance de las mismas. Según señalaron ayer fuentes del club, el jugador cacereño, que siente un agudo dolor en la zona en cuanto realiza el más ligero esfuerzo físico, será sometido a más pruebas durante al menos las dos próximas semanas para intentar hallar la causa exacta de la lesión.

Dispuesta a afrontar este contratiempo con toda la cautela del mundo para evitar una nueva recaída, la entidad alavesa ha optado por buscar asesoramiento especializado en dolencias vasculares antes de escudriñar las diferentes decisiones a tomar. Sobre todo, en el Alavés quieren determinar con plena exactitud que el problema de Luismi tenga realmente su origen en una arteria, como parecen indicar las últimas pruebas. Pasar por quirófano no está descartado, pero en el club mantienen que prefieren caminar con pies de plomo antes de tomar decisiones precipitadas.

Una vez que los servicios médicos albiazules contrasten su diagnóstico con los especialistas tomarán una decisión definitiva sobre una lesión que mantiene al jugador alavesista alejado de los terrenos de juego desde hace semanas. Cuando parecía que el centrocampista estaba ya completamente recuperado tras disputar cuatro encuentros consecutivos como titular, su puesta a punto se vino abajo obligándole a perderse los últimos tres partidos de Liga. Así las cosas, no parece que el que fuera jugador del Lugo esté en condiciones de incorporarse a la disciplina de Natxo González a corto plazo, ahora que restan trece enfrentamientos antes de que arranquen los ansiados play off.

noticias positivas Afortunadamente para el cuadro vitoriano, en el otro lado de la balanza de lesiones la buena noticia en la jornada de ayer fue la vuelta al trabajo en el césped de Ibaia de Javi Hernández. El central, al que se le diagnosticó una rotura de fibras en el bíceps femoral de su pierna derecha sufrida en el partido contra el Teruel, abandonó por fin el gimnasio para realizar carrera continúa y una pequeña serie de ejercicios físicos al margen del grupo. De cualquier forma, la posibilidad de que el defensa manchego reaparezca este sábado en Zubieta ante la Real Sociedad B se antoja enormemente complicada, aunque en un principio los plazos de su recuperación tenían marcado en rojo este choque como fecha prevista para su posible vuelta a la convocatoria.

Por último, la lista de lesionados tachó también ayer a dos hombres que arrastraban algunas molestias de diversa índole en los últimos días: Sendoa Agirre y Jagoba Beobide. El primero solicitó el cambio en la segunda mitad del duelo frente al Eibar al sufrir una sobrecarga en el gemelo, pero ayer se ejercitó sin problemas junto al resto de la plantilla. También entrenó con normalidad Beobide, que apuró los plazos para saltar al césped de Mendizorroza el pasado sábado pero ya parece totalmente recuperado de sus dolencias en la rodilla y apunta a titular en el choque ante los donostiarras.